Autonomía leonesa y gasto

Una de las cuestiones que aparecen esporádicamente es si la nueva Autonomía Leonesa representará más gastos para el país. La respuesta corresponde a lo establecido en la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas, que poco tiene que ver con voluntades o reflexiones personales.

La base de financiación de cada autonomía es su población ajustada, que toma referencia en el padrón municipal y lo corrige levemente en función de factores, como el envejecimiento, la población en edad escolar, la superficie, etc. Si el territorio de la Junta de Castilla y León se divide en dos autonomías más pequeñas, la asignación económica se adecuará a la población de cada una. En otras palabras, la suma de los presupuestos de la Autonomía Leonesa y de la Castellana resultantes equivaldría al actual con pequeñas variaciones (derivadas de la aplicación de sus propios impuestos y tasas). En resumen, para el Estado Español el coste sería el mismo.

Respecto al gasto en estructuras políticas, tampoco habría variaciones notables. Los trabajadores de cada autonomía serían los mismos que ahora, pero distribuidos. Los representantes políticos, que ya existen, se dividirían entre ambas para conformar los gobiernos con escasas variaciones. En otras palabras, el personal necesario para formar la Autonomía Leonesa ya existe en la actualidad. La diferencia es que se está pagando con fondos de la población ajustada leonesa muchos empleos y contratos de suministro en Castilla. Todos estos serían repatriados a la Región Leonesa.

Un aspecto fundamental y poco tratado es el crecimiento económico que induciría la separación de ambas regiones, con repercusión positiva en el PIB de toda España. Para Castilla supondría centrarse en desarrollar una de las mayores regiones-núcleo de automoción del sur de Europa, con sus seis provincias implicadas en ese despliegue empresarial. A la Región Leonesa le permitiría desarrollar los ejes de crecimiento de todo el noroeste español León-Ponferrada-Lugo-A Coruña, León-Ponferrada-Monforte-Orense-Vigo, y León-Oviedo-Gijón, actualmente bloqueados por la acción de la Junta de Castilla y León. Eso por no hablar de la ruptura del fondo de saco que es la frontera portuguesa, del crecimiento del corredor logístico Gijón- León- Salamanca-Mérida-Sevilla-Cádiz, del desarrollo del nodo logístico de Zamora o de la comunicación de Ponferrada y León con Oporto vía Braganza, todo bloqueado por la Junta.

La extraordinaria aportación económica de la Autonomía Leonesa compensaría de largo cualquier mínimo aumento del gasto que pudiese haber. La opción autonómica leonesa es irrenunciable para León y España.