Año electoral en El Bierzo

2023 reúne elecciones locales y nacionales. Aunque las primeras son en mayo y las segundas, a priori, en noviembre, estarán irremediablemente relacionadas. Un mal resultado en las municipales puede propiciar el mal resultado en las nacionales. Por otra parte, que aparezcan propuestas que superen el ámbito municipal en la campaña de mayo es lógico, pues los candidatos han de marcar las prioridades para las generales.

El Bierzo y el resto del occidente leonés tienen oportunidad de dar altavoz a los grandes proyectos impulsores de la cuencaleonesa del Sil. Sin embargo, no se aprecia un especial desasosiego por proyectos cuya realización podría subsanar la debilidad económica de todo León. El Bierzo no debería contagiarse de la triste atonía económica y social de Lugo y Orense. Convendría consolidar una tabla de reivindicaciones fijas, centrales, esenciales para lanzar su territorio hacia una prosperidad que ahora se antoja lejana.

Para ello hay que concretar las herramientas esenciales de ese despegue. La cuestión es fácil porque las carencias son enormes. La primera, para mí, es la conexión por tren rápido (al menos 250 km/hora) de Ponferrada con León y luego… Madrid. Supondría la sustitución del bucle del Manzanal. Otra prioridad es la autovía a Valdeorras, que propiciaría aumentos de escala en los negocios de toda la zona alcanzando más porte demográfico. Una obra sumamente importante es la conexión rápida con el Mar cantábrico, aprovechando la carretera de Cerredo, vía existente que constituye una oportunidad extraordinaria.

La creación del área industrial de Cubillos del Sil, con muelles ferroviarios, aprovechando el espacio de la extinta central térmica, sería transformadora. También la ampliación del polígono de Bembibre, así como la entrada del ferrocarril al mismo, un atractivo para empresas de mayor dimensión. El acceso directo al Aeropuerto de León, en La Virgen de Camino, desde la autovía, situaría los polígonos industriales bercianos a menos de una hora de coche.

La ampliación del Hospital del Bierzo y la absorción plena, en su área sanitaria, de Valdeorras facilitaría una atención superior. El soterramiento del ferrocarril en Ponferrada, dando continuidad al espacio urbano por encima de las vías, construiría una urbe sin fracturas. La ronda sur de Ponferrada y las obras del túnel a La Cabrera, por donde ha de salir la pizarra cabreiresa para ser transformada en el Bierzo fortalecería el perímetro urbano. El rediseño de la ‘cosa’ de Ponferrada a Toreno como ruta de 90 km/hora en todos sus tramos, resulta esencial para Villablino. Un colofón: la irrenunciable vía férrea a Monforte.