Juanín está convencido de que el importante era Herrera

Recibió el Premio Castilla y León del Deporte y está feliz, tanto por el reconocimiento como porque ya pasó. Comprar el traje, hablar con el presidente, tanto protocolo... uff

Fulgencio Fernández
22/04/2018
 Actualizado a 05/09/2019
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Llenar un artículo sobre Juan García Lorenzana, Juanín, es lo más fácil del mundo. Vas a la Wikipedia, pinchas en el apartado de premios y récords y ya lo llenas. El último aún estará fresco: Premio Castilla y León del Deporte.

Y, sin embargo, sería muy injusto. Ahí no está Juanín. Ahí está un deportista ejemplar que, siendo el que parecía menos dotado para el balonmano, fue el que más lejos llegó, y sigue llegando, que aún corre la banda con esa barba a medio afeitar que se deja para enmascarar la cara de niño que no corresponde a sus cuarenta años.

Juanín está en Juanín. Claro. Sólo alguien tan grande en lo humano como él cuando empezó a ser alguien en el balonmano no se le cruzó por la cabeza pasar a ser, por ejemplo, Lorenzana, su segundo apellido, que sí tenía una justificación, dibujar en la camiseta la pasión que siente por su madre. Siguió llevando ese nombre que le recuerda que era el pequeñín del grupo. A veces luce el García, que es aún menos llamativo e ilustre. Porque él regresó de recoger su premio convencido de que el importante de la foto era Herrera. O tal vez Juan Carlos Mestre que dijo palabras tan bellas y tan críticas.

Ya pasó el trago. Ya se acabaron las dudas ¿me afeito? Se afeitó. ¿Compro traje? Lo compró ¿Qué le digo al presidente? Lo más sincero, gracias.

Ya está en lo suyo. Entrenar. Mirar a ver cómo bajan los ríos para pescar, ir a ver si crecen los pollos de pluma de su sobrino, llevar a Elam a entrenar, aunque sea a fútbol...

Ya pasó el trago, ya tiene una linea más en la larga lista de los wikipremios oficiales y, sin embargo, si lo cruzas por la calle llámale Juanín. Te hará creer que el importante eres tú.
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