El afán de estar donde hace falta y con quien más falta le hace

Eduardo Celades Blanco, leonés, médico, es uno de esos personajes de los que siempre se tiene que sentir orgullosa su tierra. Da la impresión que se hizo médico porque imaginó que era en esa profesión donde más posibilidades tenía de ayudar, sobre todo a los que casi nadie ayuda. E hizo realidad sus deseos, ahí está, en primera línea, ahora en Mozambique, luchando contra el Covid pues llegó por última vez a esta tierra justo cuando iba a explotar esa bomba que fue la pandemia. Y se puso a trabajar en un país donde se hicieron las cosas bastante bien, como el leonés le contaba a Nacho Barrio enun reportaje de aquella época en Leonoticias: «Con el primer caso de covid-19 se cerraron todas las escuelas, en menos de diez días ya habían declarado el estado de emergencia, se hicieron hospitales diferenciados para pacientes covid en menos de un mes y se cerró en la práctica el país, hubo un confinamiento a partir del 1 de abril, se restringió casi todo».

Y allí sigue, en su batalla solidaria , colaborando con la UE, la OMS, Unicef... «Lo bonito de Unicef es que estamos siempre donde se nos necesita. Desde los suburbios de Lagos en Nigeria hasta la selva venezolana». La batalla ahora es, claro, la vacunación —«¡¡las vacunas salvan vidas!!, utiliza muchas veces como remate de sus textos en su cuenta de Twitter— por eso se mostraba el leonés tan feliz en su última comunicación, al recibir un importante lote de vacunas. «Estamos ahora mismo en 200.000 personas las que vacunamos al día y con esta donación de dos millones de dosis, que forma parte de una más grande de 20 millones de dosis, realmente vamos a ver mucho progreso en las próximas semanas» para en plena comunicación recibir otra feliz noticia de muchos millones de dosis para Nigeria: «Estamos en Sokoto, que tiene uno de los peores indicadores de salud de Nigeria: Sistema sanitario débil más crisis humanitaria. Ahora escuchamos y buscamos soluciones» por lo que informa de que «las negociaciones están siendo productivas a todos los niveles. Con el Gobernador, el sultán de Sokoto y con la Agencia de Sistemas de Salud de Asistencia Primaria (NPHCDA) y Unicef Nigeria».

Es decir, trabajando en todos los frentes, como médico, negociador, formando a gente... ya es un clásico de la cooperación pues ésta ha sido su vida, ya ha estado en muchos países, como Sierra Leona, donde tuvo que combatir otra situación terrible, el ébola, pero siempre parece el leonés encontrar la cara positiva, así se lo mostraba a Barrio: «Lo que me quedó claro es que todas las epidemias se acaban» y también hace una reflexión para sus paisanos españoles que «creíamos que estas cosas solo pasaban en países raros o pobres y hemos visto cómo nos ha llegado hasta nuestras casas».

Tal vez se ayude a entender mejor la forma de estar en el mundo, de ejercer la medicina de este leonés una vieja carta del año 2006, una misiva que enviaba para contar la situación que le estaba tocando vivir en aquel momento como responsable del un proyecto de cooperación de asistencia sanitaria en la ciudad de Bata, en Guinea Ecuatorial. La carta es la que aparece en esta misma página con el título de ‘La leprosería de Nicomiseng’, otro de los destinos de este leonés con raíces en Mansilla, la tierra de su madre. En la reseña que recogía aquella carta en la página Europeos Solidarios ya se recordaba que en aquel momento (2006)Celades era «residente de tercer año de medicina de familia, en el Hospital Doce de Octubre de Madrid. Ha estado en 2003 en Mozambique, como voluntario en el hospital de Changara».

Es decir, que de lejos venía la vocación de este médico leonés que decidió, como decía de Unicef, «estar siempre donde se nos necesita».