Donde la pared se hace lienzo

‘Del carbón al grafiti’ es el nombre de una singular muestra inaugurada en el MSM de Sabero, en la que ocho grafiteros de diversos puntos de España tomaron las paredes del cubo de las exposiciones con sus botes de espray y su indudable arte

Fulgencio Fernández
10/07/2021
 Actualizado a 10/07/2021
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La verdad es que la exposición resulta muy atractiva a la vista pero lo que resulta tan sorprendente como esclarecedor es verlos trabajar sobre las paredes. Los ocho grafiteros que participan en el proyecto ‘Del carbón al grafiti II’ (hubo otra edición en 2018) con sus botes de spray, trabajando a una velocidad increíble de tal forma que en tres días finalizaron sus trabajos de grandes dimensiones, hablando entre ellos, intercambiando ideas y el largo anecdotario que ‘adorna’ las biografías de estos artistas que ya han llegado al reconocimiento pero «tenemos un pasado», bromea uno de ellos recordando precisamente es camino hasta allí.

Antonio Prada, de Artes Prada, Asier, Javier Revilla, que firma El Chorro; David Esteban, el conocido leonés de dadospuntocero, Beatriz Escagedo y Carlos López,Kicking Art en la firma; Daniel Rodríguez Ramos, que esErre-prod, Darío Franco,Pro art en su obra y Sergio García, quien se ‘esconde’ detrás de la firma de Random.Han llegado desde los puntos más diversos, dos son palentinos; dos leoneses; un barcelonés, un vasco...

Cada uno habla de las motivaciones de sus obras, que tienen gran variedad sin salirse para nada de la temática minera que les pidieron desde el MSM cuando les propusieron participar en esta muestra en la que las paredes del cubo de las exposiciones se convertían en lienzos sobre los que trabajar. El bañezano Prada, que ha hecho vidrieras, se decantó por llevar a ese espacio la figura de la patrona de la minería, Santa Bárbara, recordando una realidad que tal vez extraña fuera de los ambientes mineros, el profundo respeto de estos obreros por su patrona y el himno; David dados explica el lápiz que ha colocado en el centro de una cara de minero como la conexión de la minar y el arte; Beatriz Escogedo eligió para su obra la figura de una figura emblemática en la historia reciente de la minería, Conchi Rodríguez, la asturiana que tuvo que ganarse en los juzgados el derecho que tenía a entrar a picar en la mina, como cualquiera, y acabar con la leyenda de que «las mujeres no trabajan en el interior»... y Sergio García, barcelonés con raíces leonesas en Valmartino, eligió el retrato de un viejo minero. Puro realismo. Tanto que ese viejo minero tiene una edad concreta, 94 años, y un nombre: Julián Gorostieta González, su abuelo: «Me ha hablado tantas veces de la mina, me ha contado tantas historias, que me pareció que era una ocasión única para llevarlo a un grafiti. Y aquí está». Un «aquí esta» que tuvo este viernes, en la inauguración, una lectura más textual y entrañable pues allí estaba Gorostieta, emocionado, el centro de todas las atenciones.Con él habló un buen rato el viceconsejero de Cultura y Turismo, Raúl Fernández Sobrino, que ayer hacía doblete y fue el encargado de inaugurar la muestra, procedente del Musac. Señalo Fernández Sobrino que «el Museo abre sus puertas a una de las modalidades del arte urbano y callejero más sorprendentes y transgresoras, como es el grafiti, dentro de la intensa actividad cultural que despliega el museo a lo largo del año y con la que contribuye a dinamizar la economía y la vida cultural de toda la comarca», antes de iniciar el recorrido entre esas paredes que hacían de lienzo.
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