Inbiotec cerrará el viernes si no llega antes una solución

Inbiotec cerrará este viernes si no llega antes una solución. La reunión de los trabajadores con el administrador concursal determinará si la semana que viene ya está cerrado el centro tecnológico. Así lo anunció este miércoles el investigador Antonio Rodríguez, que no ha podido cuantificar la deuda del laboratorio, aunque ha apuntado que algunos años han conseguido ingresar más de dos millones de euros. Rodríguez recuerda que «es imposible financiarse solo con proyectos de I+D, porque no se cubren todas las horas de la plantilla, ni los costes indirectos o los suministros».

En esta situación, los representantes de los trabajadores también denuncian que no tienen ningún tipo de interlocución con las administraciones y no hay ninguna reunión programada antes de la cita crítica de este viernes.

El Inbiotec está en primera línea de la investigación mundial y su pérdida sería un nuevo golpe para León. Los investigadores señalan que la ciencia es inversión, nunca un gasto o una mera subvención. El secretario del sindicato de Enseñanza de Comisiones Obreras (CCOO) en León, José Antonio Alegre, reclama una «financiación estructural básica» que garantice la viabilidad del centro. Considera que la situación que atraviesa Inbiotec se debe a la falta de «respaldo público» porque «no estamos hablando de que pretenda mantenerse exclusivamente con subvenciones públicas como se ha dicho desde alguna administración, hablamos de la obligación política de cubrir esa financiación básica».

En los últimos diez años nos hemos financiado exclusivamente a través de proyectos de I+D y de contratos y servicios con empresas o con otros centros de investigación Precisamente, ha sido esa falta de financiación la que ha condenado a Inbiotec. El investigador Alberto Solalanda enfatiza el hecho de que desde 2010 no reciben ningún tipo de ayuda directa y que la crisis del 2008 conllevó importantes recortes que ya dejaron tocado a la centro. «De esta forma, en los últimos diez años nos hemos financiado exclusivamente a través de proyectos de I+D y de contratos y servicios con empresas o con otros centros de investigación», concreta Solalanda.

Entre las administraciones aludidas directamente se encuentran la Diputación de León, como uno de los patronos, y la Junta de Castilla y León, de quien depende a través de la Universidad de León. De hecho, Alegre recuerda que en el mes de enero del pasado año, la Diputación acudía al centro investigador en visita institucional para reconocerlo como uno de los principales referentes de desarrollo.

En el caso de la Junta, el ejemplo alude a una subvención para el plan estratégico de una empresa del Parque Tecnológico con 1,4 millones de euros de una inversión de 5,8 millones, de los cuales 120.000 euros era de subcontratación para Inbiotec, pero finalmente la empresa desistió.

Alberto Solalanda lamenta esa ausencia de recursos públicos en las arcas del laboratorio en los últimos años, en lo que debería ser esa pata de la «financiación estructural básica» para el correcto funcionamiento del centro.

La liquidación de Inbiotec dejaría a la provincia sin una de sus referencias científicas, capaz de captar proyectos dentro de la exigente competición europea o de lanzar a 30 científicos que trabajan en 14 centros de la comunidad o 21 egresados contratados en otras 16 universidades. Un cierre tendría un gran impacto en el prestigio de la institución que lastraría su capacidad para atraer más proyectos.

Una vez más el tiempo se agota y amenaza a un referente del polo biotecnológico, una de las pocas esperanzas que le quedan a la escuálida economía provincial.