Un mes de encierro en el Hospital del Bierzo calienta motores para una concentración masiva

Los encerrados cumplen 31 días en el centro y solo plantean deponer la medida de protesta si se le da actividad por las tardes

Mar Iglesias
23/08/2017
 Actualizado a 15/09/2019
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Se cumplen 31 días de encierro en el hall del Hospital del Bierzo por parte de los Usuarios de la Sanidad Pública y aseguran que siguen dando pasos con nuevas movilizaciones, como una concentración multitudinaria que preparan a las puertas del centro «para que vean que no estamos solos». Se refieren al gerente y a las administraciones, a las que reprochan no haberse reunido con ellos en todo este tiempo para conocer sus pretensiones «quieren silenciarnos y es algo que no entendemos», dice uno de los encerrados, Miguel Marabel. Esa mordaza se testimonia cada día con el levantamiento de sus pancartas «nos las quitan y las volvemos a poner», dice Óscar Juárez, tras la noche número 29 en el centro.

A lo largo de este mes «hemos visto que las cosas están aún peor de lo que pensábamos», dice Marabel y han definido la realidad que no se cuenta. Cada mañana ven las ventanas cerradas de las habitaciones que no se utilizan, un número que supera con mucho a las 36 cerradas que confirma Sanidad. Contabilizan hasta 100 camas más que no se utilizan mientras las listas de espera se dilatan. Sobre ellas, los encerrados aseguran que han descubierto, con los casos denunciados, que esas listas de espera no se rebajan al nivel que se cuenta desde la Consejería «porque de lo que no se habla es de las listas de espera que hay que seguir antes de entrar en las listas de espera». Esos plazos iniciales, lejos de rebajarse, se dilatan, denuncian.

Abrir el Hospital por la tarde

En sus peticiones siguen vivos los mismos fines del primer día, porque ni el gerente ni el consejero de Sanidad han decidido dialogar con ellos «y no nos echan de aquí porque desde Valladolid hay instrucciones para que no se haga». Sí les invitan a volver a casa cada día, algo que no piensan hacer, incluso prevén que la medida se estire en el tiempo «pero estamos fuertes y tenemos las tareas divididas. Nos miman mucho los usuarios, que somos todos». La apertura de las camas cerradas es uno de los pasos fundamentales pero «no haría que levantáramos el encierro», dice Juárez. La única medida que considera, personalmente, que podría hacer que cesaran en la protesta sería conseguir que el Hospital tenga actividad por las tardes «está infrautilizado y solo así podría rebajarse las listas de espera», dice.

«La gente nos da fuerza»


José Luis llegó para dar su testimonio y se quedó al lado de los encerrados «dice que le hemos dado vida y viene cada día a apoyarnos». Una anciana de Cabañas Raras se desplaza cada tarde para ganchillar bolsas de plásticoa su lado «y le dice a su familia que dormimos aquí y que lo hacemos por todos», relata Juárez. Son los usuarios a los que representan y los que sienten cerca, como los que cada día les llevan comida, cafés o les ayudan a pagar las fotocopias para seguir promocionando sus objetivos.

Algunos llegan con lágrimas en los ojos y peticiones en la voz que se han convertido en constantes y en un caballo de batalla para los encerrados. Radioterapia encabeza esas peticiones, sobre todo para los enfermos de cáncer de huesos «que nos dicen que prefieren morir a darse el tratamiento fuera, porque el viaje es muy doloroso». Tienen que desplazarse con otros enfermos a León y esperar a que se le dé el tratamiento a todos con la incomodidad que del mismo. Además, les han explicadoque si, para ir más cómodos quieren ir por autopista, deben efectuar el pago del paso por ella los propios familiares. Otra de las peticiones recurrentes que recogen es la falta de adaptación del centro hospitalario para los discapacitados. No cuenta con rampa de acceso, no tiene habitaciones adaptadas, pese a que la normativa se lo exige desde el año 2.000 y no cuenta con baños para ellos.

Piden además una UCI de coronarias y servicio de planificación familiar. Pero las demandas van mucho más lejos y se dejan ver en un ‘muro de la vergüenza’ que ya se ha duplicado para seguir acogiendo post it –en la actualidad han recogido más de 500- con los mensajes que los usuarios quieren dejar ver.Más de cien apoyos de asociaciones de todo el país han recibido los manifestantes, que, por el contrario, no consiguen que la Plataforma en defensa de la Sanidad Pública ni la junta de personal del Hospital abracen su propuesta «pero seguimos con los brazos abiertos para que se unan cuando quieran», invita Juárez.

Preparan la presentación de quejas ante Procurador del Común

Otro paso adelante ha significado para los encerrados que el Procurador del Común, Javier Amoedo les haya recibido «ha recogido todas las solicitudes que teníamos y ha dicho que recabará toda la información que pueda sobre ella». Amoedo les ha confesado su sorpresa porque a la institución que representa no le lleguen más quejas ciudadanas sobre el servicio que presta el centro hospitalario berciano y ha propuesto a los encerrados que sean canalizadores de esas protestas. «Nos ha dicho que se pueden hacer por la web y es lo que le estamos proponiendo a las personas que tienen quejas, que las envíen o que, si quieren, las tramitaremos nosotros», asegura Marabel.

Lo que sí han llevado ya al Procurador es una queja formal de un usuario que no consiguió que se le diera cita en la especialidad de Urología, algo que denunció a Fiscalía «quiso pedir cita y le dijeron que tenía que pasar a la lista de espera para pedirla, algo que no entendió. Se quejó y al final le respondieron que no cabían más quejas, así que no fue atendido», explican. Miguel Marabel, Óscar Juárez, Ana Blanco, Beatriz Abella y Carmen García vivieron ayer su 30 día de encierro con dolor de espalda pero con la fuerza de los que les piden que sigan defendiéndoles.
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