Puente ya puede consumir agua pero con el arsénico al límite

Tras más de un mes con el suministro cortado, las lluvias han sido las que han rebajado los niveles permitidos para dejar el reparto de garrafas de lado

Mar Iglesias
04/07/2017
 Actualizado a 24/08/2019
El trabajo de reparto se mantuvo activo cada dos días desde hace un mes. | L.N.C.
El trabajo de reparto se mantuvo activo cada dos días desde hace un mes. | L.N.C.
Desde el 31 de mayo y hasta ayer, el Ayuntamiento de Puente de Domingo Flórez mantenía cortada el agua de la traída por problemas con el nivel de arsénico en el mismo, que el buen tiempo y la sequía había contribuido a elevar tres puntos por encima del máximo permitido -13mg/l, mientra que el máximo se marca en 10-. Los últimos análisis consiguieron ese 10, gracias a las últimas lluvias, según explica el alcalde, Julio Arias.

El Consistorio inició, desde principios de junio, el reparto de agua en garrafas de cinco litros y cada dos días entre los vecinos, con el fin de que el suministro quedara solucionado.
Dos trabajadores municipales se encargaron del reparto y los controles han sido constantes, intentando todo tipo de métodos, con el fin de rebajar esos niveles y poder volver a abrir el suministro de nuevo.Incluso, entre las últimas posibilidades, se trataba de usar un camión municipal cisterna, con capacidad de 3.000 litros, para que los vecinos pudieran coger agua de él cuando lo precisaron, una medida que finalmente no tuvo que adoptarse.

Se probó a analizar el agua antes de que esta alcanzara los depósitos por si eran estos los que la contaminaban. Se probó también a separar los controles de los dos arroyos que surten la traída, puesto que uno de ellos estaba muy por debajo de los niveles de arsénico, que se elevaban al contacto con el otro, procedente de la montaña de la Aquiana.

El último intento, que seguirá adelante pese a haberse solucionado el problema, era entubar el agua del arroyo «bueno» para que este no llegara a contaminarse con el agua de su compañero. Aunque su flujo es escaso, Arias espera que de ese modo se tenga una solución temporal «pero la gente tiene que concienciarse del uso que hace del agua, porque no sobra», dice. Esa será una salida, aunque la solución definitiva debe ser la recuperación de la captación del río Cabrera, queConfederación Hidrográfica Miño-Sil está tramitando. Al tiempo, el Consistorio está realizando las tareas para que, una vez concedida, pueda realizarse la captación de inmediato, algo que resolvería los problemas con el arsénico que Arias prevé que se vuelvan a repetir cuando haya varios días de calor, como ha sucedido en anteriores ocasiones.
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