Puente estudia usar un camión cisterna en sustitución al reparto de agua, aún activo

El Ayuntamiento de Puente de Domingo Flórez se plantea recuperar el uso de un camión cisterna que guardaba entre su flota de vehículos sin utilizar con el fin de ofrecer un servicio directo de reparto de agua que conlleve menos inconvenientes del actual. Ya han pasado 20 días desde que los niveles de arsénico de la traída obligan a suprimir el abastecimiento y a sustituirlo por el reparto de garrafas de agua, algo que dos operarios del Ayuntamiento tienen que realizar cada dos días. Ya se ha comprado una segunda remesa para abastecer a los vecinos, que, en muchas ocasiones, prefieren solucionar el problema con el agua de sus pozos.

La idea es que los vecinos no tengan que esperar al reparto ni los funcionarios tengan que estar ocupados en ellos, sino que el camión esté cargado con los 3.000 litros que contiene y se puedan surtir de él cuando lo precisen «es algo más práctico y que elimina todo este trabajo que están realizando los funcionarios», explica el regidor de la localidad, Julio Arias.

Los análisis del agua que se realizan cada semana vuelven a dar niveles que superan en tres puntos los admitidos. El arsénico sigue estando en 13 mg/l cuando el mínimo está en 10. Pese a los desvelos del regidor por localizar dónde se eleva el nivel, puesto que el agua entra por dos manantiales a los depósitos y al parecer, uno de las dos entradas está en un nivel de 4 mg/l de arsénico, por lo que sería el otro el que la elevaría. Lo que ahora pretenden hacer es entubar esa entrada de agua para intentar que no se contamine al llegar al depósito y poder abastecerse con ella, puesto que Arias asegura que  «el depósito esta lleno, no hay problema de que no haya agua», aunque el arroyo limpio sea el que menos agua le aporte. Sería una medida temporal mientras la Confederación Hidrográfica del Norte va tramitando los permisos para que se pueda recuperar una vieja captación del río Cabrera con la que se solucionaría el problema, asegura Arias.

Mientras, en Fabero también han sufrido cortes de agua debido al atasco del sistema de filtración que se ha producido tras las últimas precipitaciones,por los posos que arrastra la traída del incendio que asoló sus montes duramente «es un arrastre que va a ir a los ríos», explica la alcaldesa de Fabero, Mari Paz Martínez.

El agua ha pasado de estar muy oscura a principios de semana a, al finalizar la misma, comenzar a estar limpia, aunque la recomendación es que no se utilice para beber, al menos hasta que las lluvias dejen que repose.