"La violencia de género es un problema cultural, pocas veces hay una psicopatología"

Ponferrada acogerá este martes una ponencia sobre mitos y falsas creencias sobre el agresor y la violencia hacia la mujer con el objetivo de visibilizar la problemática

A. Cardenal
05/02/2018
 Actualizado a 19/09/2019
La psicóloga Ana María Fernández en su despacho de Ponferrada. | A. CARDENAL
La psicóloga Ana María Fernández en su despacho de Ponferrada. | A. CARDENAL
Ponferrada es una ciudad en la que un condenado por acoso sexual obtuvo más de cinco mil votos en unas elecciones municipales mientras su víctima se vio obligada a rehacer su vida a más de dos mil kilómetros, harta del «algo haría» o el «seguro que iba provocando» que nunca faltaba en cualquier conversación sobre el tema.

No es algo que solo le ocurriera a Nevenka. Cada día en España y en el Bierzo hay mujeres que sufren violencia de género y hombres que agreden física y psicológicamente. Porque no hacen falta heridas para que haya un maltrato que tiene sus raíces en la idiosincrasia más profunda de la sociedad.

Así lo cree la psicóloga Ana María Fernández González, experta en Prevención y Educación en materia de Violencia de Género que realizará este martes una conferencia en la que desglosará los falsos mitos y falsas creencias sobre el agresor y la violencia hacia la mujer. «La violencia de género es un problema cultural, de valores y de creencias. En muy pocos casos hay una psicopatía o el agresor tiene alguna clase de trastorno», explica Fernández.

Ese problema cultural explica las justificaciones habituales que surgen cuando un caso sale a la luz. «Un hombre no maltrata por que sí, algo habrá hecho la mujer», «lo que ocurre dentro de una pareja es un asunto privado» o «Quien bien te quiere te hará llorar» son declaraciones que tienen su origen en el patriarcado y el concepto de amor romántico que se sigue inculcando a las nuevas generaciones.

«Venimos de siglos en los que el varón ha sido considerado superior. Es imposible borrar ese rastro en medio siglo», explica Fernández, que recuerda que es tal la interiorización de esta estructura social que han surgido los denominados «micromachismos», comportamientos que confunden el respeto con la discriminación sexual y dan pie a un «sexismo benévolo» igual de peligroso ya que perpetúa un concepto de «superioridad» que mientras siga existiendo, provocará nuevos casos de violencia.

Por ello, la psicóloga cree necesario dar visibilidad a unas conductas nocivas que pueden llegar a ser incluso involuntarias. «Hay mujeres que son víctimas y no lo saben y hombres que son agresores y tampoco son conscientes de ello», denuncia.

Hacer visible este tipo de conductas es el primer paso en busca del «cambio social» necesario para desterrar definitivamente la violencia de género. Y es que si bien el caso de Ana Orantes, asesinada por su ex marido en el año 97 tras sacar a la luz en una entrevista en televisiónlos malos tratos que sufrió durante 40 años, sirvió para que policial y judicialmente se haya avanzado, el verdadero impulso se dará a través de un cambio social que deje atrás la guerra de sexos y estimule una «identidad humana» sin condicionamientos por cuestión de sexo. «Hay que inventar una nueva manera de ser hombre y ser mujer», explica Fernández.

Esta conferencia pertenece al ciclo‘La psicología hoy: ¿Qué puede hacer por ti?’ del Colegio Oficial de Psicología de Castilla y León que dieron comienzo el pasado 23 de enero con una mesa redonda sobre intervención psicológica en emergencias y continuarán en marzo y abril.
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