El Mildiu mermará la cantidad, pero no la calidad de la cosecha en el Bierzo

Las lluvias que marcaron el inicio del verano en el Bierzo han pasado factura al campo. Desde el Consejo Regulador de los vinos de la Denominación de Origen Bierzo ya habían adelantado recientemente que el mal tiempo con el que comenzó el período estival contribuyó a la proliferación del Mildiu en la viñas, lo que supondrá una reducción de la cantidad de uva recogida por los productores bercianos.

En cualquier caso, desde el colectivo recuerdan que los problemas causados por el hongo no afectarán a la calidad de la uva berciana. «El Mildiu impide el crecimiento, pero la uva que no ha sido afectada y se recoge no tiene ningún tipo de problema», explica la presidenta del Consejo Regulador, Misericordia Bello.

En cuanto a los daños que puede suponer, Bello recuerda que sigue siendo demasiado pronto para cuantificar la cosecha perdida y pone como ejemplo lo ocurrido en la temporada pasada. En 2017, las heladas tardías causaron estragos y se llegaron a prever pérdidas de hasta un 60%, pronósticos que el buen tiempo durante la recta final de la temporada contribuyó a mejorar y finalmente las pérdidas rondaron el 30%.

Así, aunque la presidenta asegura que hay que ser «realista» y anticipa que habrá merma, confía que ésta pueda ser incluso inferior a la del año pasado.

En cualquier caso, desde el Consejo Regulador aseguran que la actuación de los agricultores para combatir el Mildiu fue la adecuada, pero la propia estructura del campo berciano y el predominio de los minifundios terminaron pasando factura.

La imposibilidad de que un viticultor aplique los fitosanitarios «en el momento» en muchas pequeñas parcelas contribuyó a que el mildiu tuviese tiempo para provocar daños.

Así, será una temporada complicada para los productores, ya que la proliferación de este hongo ha disparado el coste de la producción.

Por otro lado, se mantienen las previsiones de una cosecha tardía. Bello asegura que se no se empezará a recoger uva antes del 15 de septiembre, descartando las previsiones iniciales que se manejaban en un primer momento y que apuntaban a que la campaña podía comenzar incluso un poco antes de las Fiestas de La Encina.