"Acepto las disculpas, pero Valeria aún necesita ayuda para dentro de la clase"

El pasado lunes 10 de octubre, unas 300 personas se concentraron frente al CEIP San Andrés La Borreca de Ponferrada para exigir una ayuda para la pequeña Valeria, niña de 4 años que tiene Trastorno del Espectro Autista. Elena Martínez, su madre, narró emocionada su historia con el apoyo de otros padres, compañeros y profesorado del centro. "Necesita ayuda para todas las rutinas que se realizan en clase, tanto a nivel de autonomía personal como académico", suplicó.

Ese día, Elena comentó que, el curso anterior, su hija contó con unauxiliar técnico educativoa razón de cuatro horas al día y diez horas semanales, repartidas entre un maestro psicológico terapéutico y un maestro de dicción y lenguaje. No obstante, este curso las horas han quedado reducidas a menos de la mitad. "Las necesidades de Valeria son las mismas el primer día de curso y el último, y necesita contar con ayuda especializada a lo largo de toda la jornada lectiva", rogó.

Después de esta concentración, la Administración pareció acelerar plazos y, al cabo de un par de días, el director provincial de Educación, Francisco Javier Álvarez Peón, visitó el colegio para pedir perdón por el retraso en la incorporación de un asistente educativo para Valeria. Apuntó que "ha habido dificultades" para conseguir este paso, pero también aseguró que "hemos actuado de la manera más rápida posible" al detectar la disfunción. Estas disculpas son aceptadas por Elena, quien destaca el tono amable del director en su encuentro, pero la solución no es suficiente.

La ayuda proporcionada únicamente se refiere a los exteriores del aula mediante un Auxiliar de Técnico Educativo, pero todavía se necesitan satisfacer las necesidades de dentro de la misma con un psicólogo terapéutico y un maestro de dicción y lenguaje, tal y como explica la madre. "Por lo menos, pedimos que las horas que tenía el año pasado no se vean mermadas. Con eso nos llega", solicita.

Esta misma necesidad fue trasladada por Elena a Álvarez Peón, quien le prometió que "lo vamos a gestionar", aunque no aportó plazos. Ante ello, la madre de Valeria afirma que "estamos ya a mediados de octubre, pero mi hija necesita ayuda desde el primer día de clase y esta situación se sigue demorando en exceso".

La concentración del pasado lunes sirvió para que la pequeña de 4 años recibiera una primera ayuda necesaria, pues hasta ese momento "parecía que se pasaban la pelota de unos a otros sin aportar soluciones", asegura Elena. Asimismo, en caso de que se siga dilatando la recepción de esta segunda ayuda, no descarta volver a realizar algún tipo de manifestación para que la Administración escuche sus reclamaciones. "Estamos ante una situación crítica, pues no puede desarrollar su actividad diaria sin ello", lamentó, casi entre lágrimas, el pasado lunes 10 de octubre con el megáfono en la mano.

Asimismo, Elena destaca el apoyo que continúa recibiendo por parte de los compañeros de su hija, los cuales «la quieren como una más»; los padres, quienes ofrecen su colaboración en todo momento; y los profesores y el centro educativo, pues desde éste también se ha ayudado a la hora de intentar acelerar trámites y, por supuesto, acompañar y ayudar a Valeria en la medida de lo posible.

Se abre, por lo tanto, un periodo de espera en el que Elena y su hija desean que la asignación de un psicólogo terapéutico y un maestro de dicción y lenguaje se produzca cuanto antes para poder realizar un desarrollo íntegro a nivel personal y educativo. «Lo único que quiero es que entiendan es que mi hija necesita ayuda», asevera su madre.