Para los aficionados del Abanca Ademar es inevitable la ilusión cuando le llega a su equipo el momento de disputarun torneo corto. Bien es cierto que hay que remontarse hasta 2008 para recordar el último título levantado por el equipo leonés, pero la ilusión del ademarismo por rememorar los grandes momentos de la historia del club es difícil de borrar incluso sabiendo que celebrar algo en el balonmano nacional actual es jugar a evitar el habitual imposible que supone impedir que lo haga el F.C. Barcelona.Es por eso que sin ese cosquilleo del tener opciones reales de pelear un título, el Abanca Ademar afronta desde este viernes en la Caja Mágica de Madrid una Copa del Rey con muchos frentes abiertos y que tienen que ver, no solo con el rendimiento del propio equipo leonés sino también con lo que hagan sus rivales en un torneo que marcará el devenir de la temporada liguera hasta su finalización en lo que se refiere a la clasificación para Europa la próxima campaña.
Comenzando por lo propio, se marca el objetivo el equipo leonés de competir y llegar hasta donde su rendimiento se lo permita. El sorteo no pudo ser peor para los de Manolo Cadenas, que quedaron emparejados en los cuartos de final con el tercer clasificado en la liga Asobal, Logroño, y con el F.C. Barcelona en unas hipotéticas semifinales.
Tras un mes de febrero plagado de partidos en los que los leoneses han cumplido en liga con el único borrón del empate ante Huesca y han asumido su realidad en la competición europea sin haber podido hasta la fecha un solo punto, la Copa del Rey es el punto de inflexión antes de afrontar la recta final de la temporada. Un torneo que afrontan sin presión y con la hoja de ruta que le marcará lo que ocurra sobre la pista.
Con las bajas de David Fernández e Ivan Mosic, la exigencia del cuadro obligará a los leoneses a mostrar su mejor imagen (y la peor del Barcelona en las potenciales semifinales) durante tres días consecutivos en el mejor de los casos para soñar con algo grande. Porque ha demostrado el equipo leonés ser capaz de todo si es capaz de explotar sus fortalezas, pero también de poder caer ante cualquiera si no lo hace.
Llega el equipo leonés el torneo con bajas y tras un sorteo imposible que invita a competir sin ninguna presiónNo habrá calentamiento y el encuentro de este viernes (16:15 horas) enfrentará ya a los leoneses ante el único equipo de los mortales que ha sido de mantenerse cerca de ellos en liga. Porque Logroño, con tres puntos menos que el Abanca Ademar en la competición doméstica, ha ido creciendo con el paso de la temporada y la progresión de algunos de sus jugadores hasta el punto de haber conseguido victorias importantes incluso en Europa, manteniendo opciones de clasificación en su grupo de EHF tras ganarle uno de los dos partidos al Füchse Berlín.
Un equipo muy similar al leonés, con un potencial parecido e igualmente capaz de lo mejor y de lo peor. Con una base muy reconocible con Sergey Hernández o Sánchez-Migallón en defensa y Kukic o Garciandía liderando el ataque, los fichajes de Dapiran o Hackbarth han suplido bien bajas importantes, mientras que jóvenes como Scott o el exademarista Ligetvári han dado un paso adelante especialmente en este mes de febrero que convierten a Logroño en un rival temible.
Miguel Ángel Velasco contará con la duda de uno de los jugadores más determinantes de su equipo, Imanol Garciandía, que arrastra molestias, aunque todo apunta a que al menos contra el Abanca Ademar no tenga descanso el vasco, que es además el único lateral zurdo del equipo tras la grave lesión del brasileño Ceretta.
El encuentro lo dirigirán García Serradila y Marín Lorente y se podrá seguir por televisión a través de internet con LaLigaSports TV. El horario del encuentro no invita a que haya muchos leoneses en la grada, aunque varias decenas de ellos estarán presentes en las gradas de la Caja Mágica.
Un ojo puesto en Bidasoa
Sin embargo, tan importante o más es lo que haga el Abanca Ademar en este torneo como lo que ocurra en el otro lado del cuadro, de donde saldrá el equipo que presumiblemente se enfrentará al F.C. Barcelona en la gran final del domingo.Y es que con el título otorgado de antemano salvo enorme sorpresa, el gran aliciente del torneo estará en conocer quién se llevará el premio del subcampeonato, que trae consigo una plaza para jugar en Europa la próxima temporada.
El Abanca Ademar se juega mucho en cuanto al equipo que llegue a la final y se haga con una plaza europeaAhí juega también el Abanca Ademar, ya que esa circunstancia eliminará una de las plazas que se otorgan a través de la liga, por lo que serán solo dos equipos los que la reciban a través de la competición doméstica. Así, el equipo leonés cuenta ahora mismo con un colchón de 10 puntos sobre el quinto clasificado, Cuenca, pero solo de 6 sobre el cuarto, Bidasoa. De esta forma, si no es el conjunto irundarra el que logra esa plaza europea a través de la Copa del Rey, la ventaja ademarista se reducirá en 4 puntos con un Bidasoa que pasará a ser el principal rival de los leoneses hasta final de campaña.
Benidorm, que debuta en una fase final de la Copa y será el primer rival de Bidasoa, Anaitasuna y Cuenca, que sabe que su principal y casi única opción de estar en competición continental la próxima campaña es llegando a la final del torneo, son los otros candidatos que podrían convertir en amarga la experiencia copera del Abanca Ademar.
Muchos frentes por tanto abiertos en una Copa del Rey que regresa a Madrid en la que quiere convertirse en sede fija de cara al futuro tras el éxito de hace dos temporadas, esperando una vez más una gran entrada esta vez en la Caja Mágica.