Sinfín 24 - Ademar 30: 'Venganza a base de defensa y ‘latigazos’'

El Abanca Ademar, liderado por un gran Carou para volver a su mejor versión defensiva y por un tremendo Vieyra en ataque, derrota a un Sinfín que nunca llegó a ir por delante

Jesús Coca Aguilera
21/02/2016
 Actualizado a 31/08/2019
Vieyra se levanta para lanzar desde nueve metros con Piñeiro pidiéndola en el pivote. | DANIEL PEDRIZA (EL DIARIO MONTAÑÉS)
Vieyra se levanta para lanzar desde nueve metros con Piñeiro pidiéndola en el pivote. | DANIEL PEDRIZA (EL DIARIO MONTAÑÉS)
11 minutos de encuentro. El Abanca Ademar va ganando sí,aunque sea por la mínima. Pero las sensaciones atrás vuelven a no ser buenas. Ése muro que durante toda la primera vuelta ha sido el 6-0 ademarista, en el que ha basado sus éxitos y desde el que ha construido la mayor parte de sus victorias, parece derruido. Pasó en el tropiezo de Huesca con 35 tantos encajados. También en el sufrido triunfo a Guadalajara con 30. El camino esta vez es similar. El Sinfín ya lleva seis goles, cinco de ellos con la firma del ‘gigantón’ Paredes, que parece imparable.

Pero entonces, Gonzalo Carou sale a la cancha. El argentino, baja hace siete días y duda hasta última hora tras no entrenar durante toda la semana por sus vértigos, hace su aparición. Y de repente todo cambia. El ‘jefecito’ impone su ley. A su lado, Juanjo crece y se convierte en otro coloso. Leo mantiene el nivel cuando entra, Piñeiro y Mikel ganan confianza en el segundo. La defensa vuelve a ser ése engranaje perfecto al que los de Guijosa habían acostumbrado a su afición. Y desde ahí llega el triunfo.

En los 49 minutos restantes, el Sinfín sólo mete 18 goles. Biosca, titular tras su decisiva actuación en Guadalajara, rinde a buen nivel. Cuando se apaga mediada la segunda, sale Cupara y hace varias intervenciones decisivas para sentenciar una victoria que nunca se vio peligrar en la segunda mitad.

El Ademar se puso cuatro arriba (8-12) con un parcial de 0-4 y su diferencia ya nunca volvió a bajar de los dos golesLos leoneses cogieron cuatro goles de renta con un parcial de 0-4 mediada la primera parte que les puso 8-12 y ya no perdieron la delantera. De hecho, en todo el encuentro el Sinfín nunca fue por delante. Y desde ése estirón, lo máximo que llegaron a ponerse fue a dos goles.

Lo hicieron con el 10-12, pero aún así los ademaristas dieron otro tirón pararecuperar los cuatro de renta al tiempo de descanso (11-15). Y también en el arranque de la segunda, aprovechando las pérdidas leonesas para ponerse 13-15 y 14-16.Pero ahí llegó la sentencia.

Cuatro goles seguidos de Vieyra mantuvieron los cinco tantos de renta (20-25) del Ademar cuando Sinfín apretó Los cántabros cometieron tres errores seguidos en lanzamientos forzados gracias a la intensa defensa. Y el Ademar lo castigó. Un tanto lejano del griposo Leo, otro con algo de fortuna de Piñeiro, una buena combinación que culminaba Huerta y una contra de Carrillo. Cuatro ataques seguidos acabados en gol y la diferencia disparándose a los cinco (15-20).

Quedaban 20 minutos por delante y el triunfo no se podía escapar. Y no sólo no lo hizo, sino que ni siquiera el Sinfín se acercó. Porque en ese instante, el único desde el inicio en que con dos ‘jugones’ como Álex Álvarez y Óscar Río en la primera línea el Sinfín supo atacar la defensa leonesa, apareció el brazo de Vieyra para impedirles que se acercaran.

El argentino, que cuajó un partido extraordinario pues ya había marcado en el arranque cuatro de los seis primeros tantos del Ademar, se echó el equipo a sus espaldas. Marcó cuatro goles seguidos, todos ellos desde nueve metros, que mantuvieron a flote a los leoneses y mantuvieron la cómoda renta de cinco goles (20-25).

Guijosa apostó por Rodrigo como central de inicio; Juanjo brilló en defensa y ataque demostrando que va a másLos lanzamientos lejanos eran el sostén de los leoneses en ataque, donde Guijosa sorprendió apostando de inicio por Rodrigo de central, donde actuó gran parte del choque. Lo fueron también gracias a un Juanjo que va claramente a más en el apartado ofensivo y acabó con cinco dianas. También por Leo, con menos minutos de lo habitual pero tres de tres de acierto, y pese a los cero goles de Mikel.

Pero la sentencia definitiva la firmaron entre Cupara, Rodrigo y Carrillo. Con 22-26 a falta de cinco minutos el serbio hacía una intervención, el canterano marcaba con su habitual valentía en las penetraciones y el extremo marcaba los tres últimos goles del encuentro para jolgorio de la afición leonesa, que se desplazó en alrededor de medio centenar a Santander y no paró de animar, escuchándoseles por encima de la hinchada local y despidiéndose con un sonoro ¡Carrillo, quédate!.

A base de defensa y ‘latigazos’, llegó la venganza. El Sinfín abrió en la ida una herida que costó suturar. El Ademar le tenía ganas. Y por fin pudo desquitarse. Y de paso, lograr dos puntos vitales y dar un considerable paso adelante en cuestión de imagen y sensaciones tras el irregular comienzo de segunda vuelta.
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