Como Fernando Rubio lleva décadas viviendo en Tenerife —la que tiene seguro de sol— cuando le hablo del frío, las heladas, las primeras nieves, el fútbol sin el alivio del carajillo... tira del manual del invierno leonés, el que nos llevó a ser poéticamente bautizados como «la capital del frío». Y no puede evitar el consejo para los que aquí aguantamos: «Abriga bien el pellejo, si quieres llegar a viejo» que remata con otros dos refranes de temática animal: «Cuando el perro se acerca a la lumbre, o es viejo o hace frío» y la clásica, «cuando el grajo vuela bajo, fa un frío del carajo».
- Pues estos días no vuela bajo... va caminando arrecido.
Y sale a colación uno de los lugares donde más frío recuerda haber pasado Fernando Rubio, en la histórica Puentecilla, «que fueron muchas horas, no en vano conservo en mi archivo más de 5.000 imágenes de la Cultural y Deportiva Leonesa y del Júpiter; fue una etapa interesante y apasionante» que ilustra con una fotografía con su cámara, acompañado de dos voluntarios de Cruz Roja a la que es fácil poner varios grados bajo cero. «Nos colocaban justo a lado de la portería del equipo contrarío a la Cultu, aguantando no sólo el clima, sino el riesgo de balonazos o caídas de jugadores y, al comienzo de mi carrera profesional, pasto de los insultos de los forofos futboleros que aún no sabían que yo era del equipo local, de la Cultural o del Júpiter».
Y hablando de forofos culturalistas a su memoria viene la ‘gran peña’ de la época, Los Pedrines, unos históricos de los que también guarda muchas imágenes «con nieve», en la estación de León camino de un partido. «No los importaba la lluvia, el calor o, en este caso, el frío y la nieve, acudían al Estadio de la Puentecilla o se desplazaban con los ‘pelotoneros’ (Victoriano Crémer dixit) cuando la contienda no era en lugares demasiado remotos. Ha quedado en mi memoria la gran cabalgata automovilística por las calles leonesas, encabezada con el lema ‘Paso al líder’ que realizaron con motivo del partido decisivo para el Ascenso de la Cultural a la Segunda División Nacional, el 6 de junio de 1971, con el decisivo gol de Larrauri que batió la portería del Bilbao Athletic».
Un partido ‘con nieve’ está en la memoria más feliz de todo el culturalismo, aquella tarde de Reyes que la Cultural levantó un 0-3 a una equipo legendario, el Zaragoza
Aquel ‘Paso al líder’ hizo furor y se ha convertido en un lema que no se ha podido rescatar en numerosas ocasiones pero que viene a cuento en estas fechas porque esta Cultu de hoy sí lo ha podido corear y sueñan con mantenerlo en el tiempo.
Por cierto, una de las mayores proezas de la Cultural de la alineación que todos los culturalistas saben —Bernardo, Godoy, Maño, Paredes, Piñán, Roldán, Ovalle, Villafañe, Marianín y Larrauri (con Félix al acecho)— está vinculada a la nieve, la que habían apartado los operarios, voluntarios y directivos un seis de enero para que no se suspendiera un partido contra el legendario Zaragoza y aquella tarde los leoneses levantaron un 0-3 que está escrito en la memoria de todos los futboleros de León.
Y, ayudado por las imágenes, Fernando Rubio rescata otra anécdota de la trascendencia de la Peña Los Pedrines en aquellos años setenta: «Recuerdo su influencia indirecta en la Romería minera Astur-Leonesa de Rodiezmo, gracias a su vinculación con la Peña Casa Fulgencio de Mieres» y recupera un texto de Amadeo Gancedo en La Nueva España que lo explica: «La asistencia de algunos dirigentes sindicales a los encuentros estivales de confraternización de las peñas futbolísticas Casa Fulgencio de Mieres y Los Pedrines de León pusieron la semilla de la fiesta minera astur-leonesa que la localidad de Rodiezmo estrenó el 2 de septiembre de 1979». Como la Peña Casa Fulgencio solía reunirse con las peñas langreanas de Ganzábal, Fidalgo y El Chupinazo la semilla fue germinando, aunque Los Pedrines y los de Mieres la extendieron con un encuentro de confraternización... En Rodiezmo.
