Logroño 36 - Abanca Ademar 30: 'Demasiado contra lo que luchar'

El Abanca Ademar cae derrotado en Logroño merced a una defensa irreconocible por las bajas que los locales castigaron para tomar ventaja en la pelea por la segunda plaza

J. A.
02/02/2019
 Actualizado a 17/09/2019
Simonet es sujetado por Kusan en una acción del partido en Logroño. | JAVIER QUINTANA
Simonet es sujetado por Kusan en una acción del partido en Logroño. | JAVIER QUINTANA
A ningún equipo en el deporte le gusta poner excusas, pero hay hándicaps tremendamente obvios contra los que es difícil pelear.

Porque la derrota del Abanca Ademar en Logroño se explica sola, con un simple vistazo al marcador. 36 goles en contra son demasiados para cualquier equipo e inexplicables para uno que destaca por su buen hacer atrás. Pero lo hace simple y llanamente por la ausencia de los dos principales baluartes defensivos del equipo, Juanjo Fernández y Gonzalo Carou.

Le queda mucho que sufrir al equipo de Rafa Guijosa en el tiempo que tarde en volver el argentino, porque el conquense ya no regresará hasta la próxima temporada. En La Rioja ni la portería lo pudo compensar ni tampoco los jugadores ahora llamados a tener un papel protagonista en esa faceta defensiva dieron el paso adelante que hiciera olvidar las ausencias. El ataque, sin tener un mal día, no brilló tampoco lo suficiente como para taparlo. Todo ello unido al poco tiempo para preparar un partido ante un rival de primera línea supusieron demasiado contra lo que luchar para el Abanca Ademar, que pierde el golaveraje contra un Logroño que toma ahora ventaja en la pelea por el subcampeonato.

Un parcial de 5-0 a falta de cinco minutos para el final dejó el partido visto para sentencia a favor de Logroño La falta de competición en ambos equipos se notó en el inicio, convirtiéndose el partido poco menos que en un correcalles en los primeros minutos donde el desacierto, la precipitación y los errores defensivos mandaron. Un intercambio de goles que permitió al Abanca Ademar tirar del marcador hasta que Logroño comenzó a encontrar un agujero en el maltrecho centro de la defensa leonesa, conectando con facilidad con el pivote y permitiendo a Kusan anotar en repetidas ocasiones poniendo por primera vez a los locales por delante (8-6).

La situación obligó a Guijosa a parar el partido para tratar de ajustar al equipo atrás y darle aire en un ataque estático que comenzaba a atragantarse. Ni Sergey en una portería ni Biosca en la otra se mostraban acertados y con el paso de los minutos el marcador registraba guarismos inimaginables en otro momento de la temporada o en otras circunstancias.

El buen hacer de Ligetvári y el soplo de aire fresco que supuso la entrada de Acacio reanimaron a un Abanca Ademar en el que dadas las circunstancias Rafa Guijosa hizo debutar al joven pivote Luis Robles. Moviendo el banquillo más rápido de lo habitual, no salió beneficiado el equipo leonés al medirse las segundas unidades y en los últimos minutos de la primera parte Logroño dio un pequeño acelerón que le permitió irse al descanso 3 goles por encima (18-15).

Con la sensación de que solo un drástico cambio en defensa permitiría al Ademar pelear por el partido en la segunda parte, no terminaban de marcharse en el marcador y los chispazos de Mosic y Simonet permitían al Abanca Ademar empatar el partido con 20 minutos aún por disputarse (22-22).

Sin embargo, a partir de ahí ya no solo se tuvo que preocupar el equipo leonés por la primera línea riojana con Kusan e Ilic a la cabeza, sino que encontró un quebradero de cabeza en los latigazos de Garciandía. Desaparecido hasta entonces, el lateral encontraba portería una y otra vez ante un Biosca desubicado y sin apenas oportunidad para que Slavic cambiase la tendencia. Probó Guijosa con la defensa 5-1 con Acacio como hombre avanzado, pero tampoco fue esa la manera de parar el ritmo alto que buscaron los de Miguel Velasco, mucho más rodados esta pretemporada y sin bajas que lamentar.

Encajaba goles rápidos una y otra vez el equipo leonés y si bien era capaz de aguantar el tirón en ataque, la cuerda terminó por romperse en cuanto apareció Sergey Hernández. Un parcial de 5-0 a falta de poco más de 5 minutos para el final dejó el partido visto para sentencia en el momento en el que el guardameta local encontró el acierto que le había faltado durante todo el partido.

Hasta ahí aguantó el equipo de Rafa Guijosa, que de ahí hasta el final poco más pudo hacer que tratar de minimizar la derrota en una ventaja que terminó siendo finalmente de 6 goles.

Una derrota que saca a relucir los problemas defensivos del Abanca Ademar sin sus dos grandes referentes y que Rafa Guijosa tratará de corregir ahora ya sí con tiempo para ello de cara a lo que viene, nada menos que recibir en el Palacio a Anaitasuna y Bidasoa y viajar a Granollers. Duelos clave en un mes que no quiere terminar el equipo leonés obligado a remar contracorriente para pelear por la segunda plaza.
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