La seguridad, clave del éxito

La Guardia Civil, en coordinación con la Policía Local bañezana, vela por el orden dentro y fuera del circuito urbano de motos

Isabel Herrera
22/08/2016
 Actualizado a 16/09/2019
Un  Guardia Civil sigue las evoluciones de la carrera. | MAURICIO PEÑA
Un Guardia Civil sigue las evoluciones de la carrera. | MAURICIO PEÑA
Ya no quedan carreras de motos en circuito urbano, sólo la de La Bañeza, y la clave está en la seguridad. El éxito es tarea de todos, empezando por el numeroso público que se da cita en este evento (alrededor de 25.000 personas, según las primeras estimaciones). El respeto a la carrera empieza en las márgenes de la pista y para garantizar que nadie viene a empañar esta fiesta de dos ruedas –un accidente podría dar al traste con 57 ediciones–, la Guardia Civil, en estrecha coordinación con la Policía Local de La Bañeza, organiza un dispositivo de seguridad a lo largo de todo el circuito.

25 efectivos de la Benemérita, agentes del cuerpo local de Policía, agrupaciones de Protección Civil, equipos sanitarios y personal de la organización se emplearon a fondo, un año más, por garantizar la pervivencia de este encuentro cuyo sonido reverbera por todo el territorio nacional.

Con las calles de La Bañeza a rebosar de gente, motos de todas los estilos y cilindradas, un sonido que se impregna en los atuendos y un gran ambiente festivo, la prioridad de la Guardia Civil, que lleva estando presente en este evento desde su primera edición, es garantizar la seguridad y hacer que se cumplan las instrucciones de la organización. Lo más importante: que nadie salte al circuito durante los entrenamientos y carreras, que sin ser tarea fácil desempeñan con gran eficacia. «Es muy importante vigilar que ni una sola persona se salte las limitaciones de paso, porque existe un gran efecto llamada, si pasa uno, van todos detrás, aunque hay que decir que la gente aquí siempre se suele comportar de forma muy respetuosa», por eso, ayer la consigna era clara, la pista se abre al paso del público después de que haya pasado el coche de seguridad y se vuelve a cerrar en cuanto vuelve a pasar.

La experiencia de los años, evidentemente, les ha permitido identificar los puntos más conflictivos, ciertas curvas y, sobre todo, aquellas zonas en las que se acumula un mayor número de público, sobre todo cuatro o cinco donde se ubican algunas peñas.

En esta edición, como en todas, es inevitable que se produzca algún momento de confusión, muchas veces por la impaciencia de los presentes que no ven llegar al coche de seguridad tras varios minutos sin ver pasar una moto y ansían cruzar la pista. Pero se resuelve rápido a golpe de silbato.

Un total de 25 cámaras de videovigilancia han apoyado este año el dispositivo de seguridad Algún otro incidente menor, como la valla que volcaron sobre el circuito un grupo de chavales –quizá se olvidaron de que este año la seguridad ha estado apoyada por 25 cámaras de videovigilancia instaladas a propósito de este evento que ha dejado bien registrados sus rostros– que vació el agua que servía de peso sobre la pista, un riesgo que se solucionó con rapidez. O las alpacas que aparecieron descolocadas también el sábado por la tarde y que retrasaron el inicio de los entrenamientos.

La polémica surgida este año por la organización de la carrera (es la primera vez que no está en manos del Moto Club bañezano sino que el Ayuntamiento ha contratado a una empresa valenciana para ello, hacía temer algún tipo de sabotaje a la carrera. Pero nada más lejos, una cita tan importante y de tanta repercusión no puede perderse. El Montecarlo de las motos coloca a La Bañeza en boca de toda España y la seguridad de la cita es la clave para que no desaparezca.
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