La temporada para el Bembibre comenzó muy bien, rozando los puestos de ‘playoff’, con una plantilla competitiva y con unas sensaciones muy buenas.
Pero con el paso de las semanas el equipo se fue cayendo y la marcha de Ramón González, por motivos personales, dio un giro inesperado a la situación. Ahí es cuando entró en juego Ismael Álvarez para coger las riendas del equipo y reconducir la temporada.
Tras ocho partidos seguidos al cargo del equipo, Ismael por fin ha podido saborear una victoria con el conjunto del Bierzo Alto. Una espinita que se sacan todos ante lo complicado que fue todo cuando aceptó ser el primer entrenador de ‘Las Águilas’.
Su historia comienza con la marcha de Ramón González del banquillo, una situación difícil. "Fue una noticia bastante sorprendente, nadie se la esperaba, a mí me lo comunica el viernes antes del partido. Todo fue en una reunión informal entre el presidente, Ramón y yo, él nos da sus explicaciones y de seguido el presidente me ofrece quedarme a cargo del equipo. Todo fue muy rápido y fue un shock, pero solo me salió aceptar, estoy convencido de que hice lo que sentía".
Aunque no fue solo un duro golpe para él, "para los jugadores también fue un shock, algunos se quedaron afectados cuando Ramón lo comunica tras el partido".
La temporada comenzó muy bien rozando el ‘playoff’, pero los resultados no iban llegando y eso trastocó los planes. "El objetivo era crear una plantilla amplia y competitiva para que el nivel fuese alto. Por eso tuvimos un inicio de año muy bueno en sensaciones, en resultados quizás no fueron los mejores y podíamos haber estado más arriba, pero cuando las victorias no llegaban nos fuimos cayendo".
"Para mí fue un shock coger al equipo, pero solo me salió aceptarlo, luego me di cuenta de que hice lo que sentía"
Eso sí, todo en una de las Terceras Federaciones más duras de la temporada y eso Ismael lo ha tenido siempre presente, "lo llevamos hablando desde principio, no recuerdo este nivel cuando yo jugaba en la categoría, ya no solo por la calidad de futbolistas, sino por la calidad grupal y de cuerpos técnicos. Todo está muy medido y profesionalizado, esto lo que hace es que los clubes hayan dado un salto muy grande".
El equipo pasó por muchas etapas, en los primeros partido de Ismael, el Bembibre dio la cara ante rivales como Palencia y Ávila, pero se fueron relajando hasta llegar a estar ocho semanas seguidas sin ganar con el cambio de técnico. "Han sido ocho semanas sin poder ganar y en los que parecía que no íbamos a ser capaces de levantar la situación y ahora todo parece que está todo hecho, pero, todo lo contrario, no hay nada hecho, tenemos que seguir alerta. Hay que afrontar lo que viene de la misma forma".
"Poco a poco hemos unido el grupo, el otro día con el gol se vió, pero se puede ver en muchas más acciones"
El partido del Tordesillas puede ser un punto de inflexión, además se ha conseguido una gran distancia con el descenso, aún así el técnico quiere más. "Siempre sumar es importante, al igual que el Burgos hace unas semanas, pero esto es fútbol, al principio el Laguna y la Ponferradina B no iban a ganar ningún partido y la realidad es que cuando avanza la temporada las cosas cambian. Sin ir más lejos el Villaralbo tocando el entrenador ha sumado mucho, todos al final suman más que al principio. Vamos a necesitar más puntos, lo vamos a conseguir, pero todavía queda mucho y tendremos que ir a por ello".
En el primer gol de Tato el pasado domingo se demostró ese grupo que hay en el equipo y la ‘ansiedad’ que había por ganar, formando una piña con Ismael en el banquillo. Pero no todo ha sido así desde el principio, "Era una de las cosas que creo que nos faltaba al principio de la temporada y nos hizo no sacar tantos puntos. Insistí mucho en eso porque es algo vital para competir. Poco a poco se han dado cuenta y se ve en la celebración, pero también en más detalles".
Ahora el equipo afronta esta ‘nueva’ etapa de victoria con un calendario en el que se tendrán que ver las caras contra todos los rivales de la zona del descenso. "Está claro que para bien o para mal, como llegaron esos rivales duros al principio del año, ahora nos toca al final todos los rivales de la zona baja con los que nos jugamos cosas. Más motivo para estar motivados y demostrar que realmente tenemos que estar por encima de ellos cuando acabe la liga".