Barcelona 34 - Abanca Ademar 23: 'Misma historia, distinto escenario'

La realidad del balonmano español se exhibió esta vez en Madrid, donde el Barcelona arrasó al segundo mejor de la liga, un Abanca Ademar que nunca bajó los brazos

Jorge Alonso
07/03/2020
 Actualizado a 07/03/2020
Acacio busca el pase ante la defensa de Petrus. | A BERMEJO
Acacio busca el pase ante la defensa de Petrus. | A BERMEJO
La irremediable ilusión que el aficionado ademarista siempre tiene soñando con volver a ver a su equipo levantar un título pasan inevitablemente por ser capaces de ganar al dominador absoluto del balonmano nacional, el F.C. Barcelona, en alguna ocasión. Tampoco fue este sábado, cuando el sueño de meterse en la Copa del Rey y pelear con el sorprendente Benidorm por el título quedó borrada en los 2 minutos y 18 segundos que el equipo culé tardó en tomar la primera ventaja en las semifinales ante un Abanca Ademar que ya nunca tuvo ninguna opción de dar la sorpresa.

Es la triste realidad del balonmano nacional las últimas temporadas, en la que el presupuesto del campeón de todo multiplica por 10 el del segundo, un equipo leonés que con garra y un entrenador destacado a nivel mundial no tiene por el momento suficiente. Esta vez se exhibió en Madrid, donde el poco público en las gradas se explicaba solo siendo consciente de lo que ocurría sobre la cancha.

Porque todo el espectáculo fue el que pudieron poner las acciones que se vieron en el 40x20 y para nada en el resultado, porque a los 7 minutos de partido Manolo Cadenas se veía obligado a pedir el primer tiempo muerto con su equipo ya 4 abajo en el marcador (7-3). Y es que para dar una sorpresa del tamaño de la que buscaba ayer el Abanca Ademar no hacía falta encontrar solo la mejor versión de los leoneses, con la baja de su máximo goleador, sino también un muy mal día del F.C. Barcelona.

A los dos minutos el Barça tomó la primera ventaja y a partir de ahí ya no habría ninguna duda en el resultadoNo ocurrió ni lo primero ni lo segundo. El equipo leonés, una vez ya lejos en el marcador, se perdió en la inmensidad del resultado y se dejó llevar por el vertiginoso ritmo al que lleva sus partidos el equipo catalán con la diferencia de que ellos son los únicos en Europa que pueden hacerlo. Así, las pérdidas se sucedieron y la ventaja de los de Xavi Pascual no dejó de crecer de la mano de un Moller que fue una pesadilla bajo palos y de ese tremendo caudal ofensivo que, por mucho que Slavic parara, significaban continuos goles en contra. De hecho, se llevó la máxima al descanso con 9 goles a favor en un 20-11 que hablaba claro de lo que estaba ocurriendo en el partido, que amenazaba con un resultado, más que doloroso, muy descriptivo a nivel global.

Sin embargo, no bajó los brazos el Abanca Ademar, que quiso demostrar que también tiene sus armas. Con Slavic, que de hecho ya había estado bien, aún más entonado y el Barça recreándose en exceso, el equipo leonés subió su intensidad y lo hizo notar en el marcador manteniendo igualado el parcial de la segunda parte teniendo que llamar incluso al orden Xavi Pascual a los suyos aunque sin que el partido estuviese nunca en entredicho (26-18).

Se lo volvió a tomar en serio a partir de ahí el F.C. Barcelona, que con continuas rotaciones y mucho más fresco que el Abanca Ademar en los minutos finales volvió a estirar el electrónico para llevarse también el parcial de la segunda parte ante un orgulloso equipo leonés dejando finalmente la ventaja en los 11 goles (34-23).

Fue el descafeinado cierre de una Copa del Rey que no deja para el Abanca Ademar más buenas noticias que la victoria de equipo ante Logroño y el carácter mostrado ante un F.C. Barcelona que, volvió a repetir la misma historia en un escenario distinto que poco importa ya.
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