Ademar 33 - Barcelona 37: 'Un Ademar heroico pero sin gesta'

El equipo leonés, con Juanín y Carrillo sensacionales, hace sudar a un Barcelona que vencía sólo de uno a falta de cinco minutos y acabó ganando con Lazarov y Jallouz enormes

Jesús Coca Aguilera
26/11/2015
 Actualizado a 01/09/2019
Jallouz intenta colarse entre la defensa del Ademar, que entre Carou, Tot, Piñeiro y Mikel Aguirrezabalaga. :: DANIEL MARTIN
Jallouz intenta colarse entre la defensa del Ademar, que entre Carou, Tot, Piñeiro y Mikel Aguirrezabalaga. :: DANIEL MARTIN
Quedan cinco minutos para el final. En el 99% de los encuentros del FC Barcelona en las tres últimas temporadas en la liga Asobal, todos excepto el del Benidorm el año pasado, eso es sinónimo de partido muerto y sentenciado. Pero esta vez no. Esta vez el Abanca Ademar está ahí, tiene opciones reales de tumbar a ese ‘gigante’ catalán que lleva 72 victorias seguidas en liga.

Si Carrillo ha estado soberbio, rozando la perfección como empieza a ser tradición, Juanín incluso lo ha superado en la segunda mitad. Valiente, encarando al extremo rival en busca del gol, letal desde los siete metros, activo atrás. Con el partido en un pañuelo, anota su segundo tanto seguido y pone a los leoneses a sólo un gol (31-32).

El milagro es posible. El Barça, que ha salido a medio gas en la primera mitad, con minutos muy pronto para Dujshebaiev y sin salir a tocar en su 6-0 defensivo, se ha metido en un lío. Cuando ha querido apretar, se ha encontrado un descomunal rival enfrente.

El Palacio aprieta, chilla. La defensa muerde. Pero aparece el brazo de Jallouz. Sólo podía ser él o Lazarov. Los dos laterales han estado tremendos, imparables desde nueve metros, infalible además en sus seis visitas a los siete metros el macedonio. Doce ha metido el zurdo, a ocho llega el tunecino con su enésimo cañonazo.

Sigue habiendo vida, pero parece agotarse cuando los leoneses pierden el balón y, con un Guijosa sensacional en la dirección yéndose al 5-1 con Carrillo de avanzado,Raúl Entrerríos amplía a tres la diferencia. Pero los leoneses quieren agotar sus opciones. Juanín fuerza un penalti y él mismo lo convierte. 32-34 y aún dos y medio por delante. Pero aparece, ¿saben quién no? Cómo no, Jallouz. Otro golazo y a tres.

Esta vez ya es insalvable. Aunque Juanín marca otro gol más, el octavo en su cuenta, y obliga a Pasqui a pedir tiempo muerto a 45 segundos, la victoria es catalana.De hecho, con una contra aún la lleva a cuatro (33-37) en el final.

Si pierdes de cuatro con el Barcelona y el resultado te parece lo peor, es que muchas cosas ha hecho bien.  Y eso que, de salida, el guión parecía encaminado a ser el habitual de los partidos de los catalanes. Minuto 17 y ya cinco arriba (8-13). El rodillo está en marcha y a base de contras y lanzamientos lejanos empiezan a abrir brecha. El Palacio es un cementerio. Nadie cree en el milagro.

Pero Guijosa sí. Pide tiempo, mete intensidad, hace creer a su equipo y éste a la grada, que de estar apagada pasa a ser un hervidero. Leo Santos, atrevido y con más confianza de la habitual, es un ‘martillo’ en nueve metros; Acacio, al que en la segunda jugada de partido se le salió un dedo y en la última se ha vuelto a lesionar tras resbalar, destaca en la dirección; Tot se estrena como lateral y mete dos ‘golazos’ tremendos. ¿El resultado? Que con un parcial de 4-0 el Ademar se vuelve a poner a uno (14-15). Ya nunca se iría del partido.

Los extremos no fallan uno, la defensa aprieta. La sensación es unánime: ‘a poco que estuviera acompañando la portería...’. Porque ni Cupara ni Biosca están tocando balones. Pero, al final de la primera mitad, el español se entona.

Le para un contraataque solo a Tomás, otro tiro claro a Ariño. Y no sólo permite al Ademar llegar a dos al descanso (18-20) cuando los catalanes habían vuelto a irse de cuatro, sino que le da confianza y le ayuda a empezar espectacular la segunda mitad, en la que el Barça tarda cinco minutos y medio en anotar su primer gol.

Pero atrás los catalanes ya son otros. Han subido el pistón y evitan que el Ademar llegue a empatar. En realidad, nunca lo hizo. Una y otra vez se puso a uno. Una y otra vez volvía cuando el Barça se iba tres arriba. Primero con el 19-22 que provocó el tiempo rápido de Guijosa y se neutralizó con dos goles de Vieyra; luego con el 24-27 y superioridad (la única, sólo una exclusión tuvo el Ademar) de los catalanes en la que el Ademar marcó por medio de Carrillo y tras la que Mikel sacó su brazo a pasear; y por último con el 28-31, al que se llega tras dos jugadas muy dudosas con los leoneses a uno, un penalti que parecía falta en ataque y un dudoso fuera de banda, que acaba en ese 31-32 a cinco minutos.

No pudieron rematarlo, pero cuando suena la bocina nadie se mueve. La afición canta, la ovación en el saludo final es atronadora. Los héroes también pierden y a un Ademar heroico esta vez sólo le faltó completar la gesta.
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