Ademar 25 - Benidorm 21: 'De paliza a sufrimiento tras un atasco'

El equipo leonés vence 25-21 al alicantino un partido que tenía encarrilado con el 20-13 pero se le complicó tras marcar un gol en 13 minutos / Brillaron Cupara y la defensa

Jesús Coca Aguilera
15/10/2015
 Actualizado a 16/09/2019
Acacio intenta colarse entre Oliver y Cuartero para lanzar a portería. | DANIEL MARTIN
Acacio intenta colarse entre Oliver y Cuartero para lanzar a portería. | DANIEL MARTIN
El partido se encaminaba a otra paliza del Abanca Ademar. Estaba el choque llegando ya al ecuador de la segunda mitad y los leoneses mandaban 20-13 en el marcador. Tras un inicio dubitativo, Cupara había ido poco a poco agigantándose.El 6-0 defensivo era un muro insuperable para el Benidorm, con Carou sensacional y Mikel y_Piñeiro de perfectos lugartenientes para llevar a los alicantinos una y otra vez a rozar el pasivo y acabar realizando tiros forzados.

Incluso el ataque, aunque con más altibajos, sabía superar con cierta regularidad las defensas abiertas del equipo visitante, con especial protagonismo para un Carrillo que en sus 30 minutos de rigor metía cuatro tantos, dos increíbles saltando desde la misma esquina sin ángulo; un Leo Santos que confirmó que el partido de Sagunto no fue flor de un día y soltaba el brazo con descaro y acierto desde nueve metros (acabó con cinco tantos de seis lanzamientos), un Vieyra que salía al rescate con acierto y era quien se atrevía a lanzar cuando los segundos pasaban y nadie se la jugaba; e incluso un Zildzic con más protagonismo que nunca moviendo bien al equipo y atreviéndose con un par de penetraciones que acababan en gol.

Y de repente, el guión cambió por completo. Una jugada le dio un giro radical. Sería una exclusión de Carou, que incluso podía haber sido roja directa tras empujar a un rival en el aire, que los alicantinos aprovecharon al máximo con un parcial de 0-3 al robar dos bolas y marcar dos tantos fáciles al contraataque.

Sería el inicio de un atasco monumental que, si no hizo llegar la sangre al río, fue por la ventaja adquirida, por las paradas de Cupara y porque los veteranos salieron a la palestra en los momentos más complicados.

Un gol en 13 larguísimos minutos. Se dice pronto. Fue el bagaje ofensivo del Abanca Ademar, que de repente se nubló en ataque. Desapareció. Chantada, que había salido por un muy desacertado Moyano, empezó a tocar bolas. Los lanzamientos llegaban forzados, el juego era espeso, cada ataque era un sufrimiento.

Una exclusión y penalti que Juanín forzó y convirtió, y una doble parada de Cupara, fundamentales en la recta final Y llegó el primer momento crítico. En plena crisis, con 20-16 y los nervios apareciendo, Carou volvía a ser excluido. Sin embargo, Amarelle cometía pasos y en la acción siguiente, en inferioridad, aparecía Juanín García. No tuvo su día el leonés en el lanzamiento, pero fue protagonista en los instantes fundamentales, como éste en que iniciando jugada desde la primera línea, se inventaba una penetración con la que forzaba la exclusión de Grau y el penalti que él mismo convertía.

Parecía que ya llovía menos. Pero el sufrimiento no se había terminado. El atasco seguía y la diferencia era cada vez menor. Es más, a cinco para la conclusión, el Benidorm estaba 23-20 y con el balón en su poder encontró dos tiros muy claros. Fue el segundo momento crítico. Y esta vez lo solventó Cupara. Con una doble parada espectacular, primero a Jiménez desde nueve metros y luego a Salinas desde seis en el rechace, levantaba al público y acaba sentenciado el choque.

Porque en la jugada siguiente volvía a marcar Juanín y, aunque Sánchez hacía que el Benidorm se resistiera a morir al volver a ponerle a tres (24-21) y forzar los dos minutos a Leo Santos, Vieyra marcaba en inferioridad para echar el cierre definitivo al encuentro.

El Ademar había sabido sufrir y acababa ganando 25-21. Vencer de paliza siempre es una quimera. Solventar situaciones como ésta, también ayudan a crecer.
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