El Abanca Ademar llegará a la Copa Asobal en el que seguramente sea su mejor momento de la temporada. Un buen momento que no se mide tanto en la brillantez de sus mejores minutos, como en el nivel que ha alcanzado su regularidad. Eso fue lo que este sábado, al igual que hace unos días en Benidorm, le permitió lograr un triunfo que ahora sí le asegura salvo carambola en la última jornada de la primera vuelta una plaza en el torneo que despedirá el año el próximo fin de semana y al que puede llegar incluso segundo tras el pinchazo de Bidasoa en casa ante La Rioja.Se tuvo que poner de cualquier forma el mono de trabajo el equipo leonés para superar a un Sinfín que a pesar de ir siempre por detrás nunca le perdió la cara al partido e hizo gala de argumentos para confirmarse a final de temporada como el equipo revelación.
No tardó el Abanca Ademar en tomar la iniciativa en el marcador, de hecho, solo tuvo Sinfín el electrónico a su favor con el 0-1 inicial de Valles. Un buen inicio de Mosic al que no pudo dar continuidad el serbio ya en todo el partido, llevó al equipo leonés a comenzar a estirar una cuerda que poco a poco se fue haciendo más larga aunque sin lograr sacar al conjunto cántabro completamente del partido.
Simonet se echó el equipo a la espalda en el momento en el que más peligró el resultado para reanimarloY es que tan bien estuvo el equipo de Rafa Guijosa en defensa como desacertado Sinfín en ataque. Si a eso se le suma otro día más en la oficina de un Nacho Biosca que ha alcanzado ya un nivel de referencia en la liga, el cóctel apenas permitió anotar a Sinfín. 9 goles anotó el equipo de Rodrigo Reñones en toda la primera mitad y solo un buen Salvarrey y un ataque ademarista no especialmente entonado permitieron a los visitantes no tirar el partido en la primera media hora de juego.
Las exclusiones se sucedieron en el lado cántabro, con especial polémica para una final del exademarista Dimitrievski al que Simonet recriminó una fea acción sobre Acacio que el macedonio afirmaba no haber cometido. Sin embargo, la máxima renta de los leoneses en la primera mitad alcanzaba solo los 4 goles en un partido que se alocaba por momentos y que ambos técnicos debieron parar con el objetivo de serenar lo que por momentos se convirtió en un correcalles. Precisamente con esa máxima renta de 4 goles (13-9) para el Abanca Ademar se llegaba al descanso al no contar los colegiados por estar fuera de tiempo un tiro sobre la bocina de Carou que se coló en la portería rival.
Parecía encarrilado el partido, pero ni mucho menos lo estaba. Se encargó de dejarlo claro la irrupción de Torriko y Pla en el campo tras la reanudación en un partido en el que la principal referencia ofensiva cántabra, Silva, estuvo desaparecido.
Su gran inicio, ante el que nada pudo hacer un tiempo muerto de Rafa Guijosa que anticipaba que podría complicarse el partido, llevó al Sinfín a empatarlo (14-14). Un nombre propio emergió entonces. Simonet, no tanto como director de orquesta sino como brazo ejecutor, permitió al Abanca Ademar encontrarse en ataque y tomar de nuevo una pequeña renta que terminaría siendo definitiva.
Supo atacar bien la defensa abierta de Sinfín el Ademar, que pese a todo cedió en un cuarto de hora de la segunda parte los mismos goles que en toda la primera mitad aunque la ventaja volvía a ser la del descanso (22-18).
El partido quedaba encarrilado ya en su recta final, en la que solo una colección de increíbles paradas de Ibáñez y quizás demasiada precipitación del Abanca Ademar pusieron cierto nerviosismo en uan grada que fue la otra protagonista del partido. Registró el Palacio quizás la mejor entrada del año,llovieron los peluches en el descanso y los voluntarios de Cáritas y Cruz Roja apenas dieron a basto para recoger toda la comida y juguetes donados en una tarde en la que todo fueron buenas noticias.