En el Día Mundial sin Alcohol, conscientes de que no hay mejor forma de prevención que la educación, la concejalía de Bienestar Social de Ponferrada, en colaboración con Beda, Proyecto Hombre, Cruz Roja y la Policía Municipal, hizo este miércoles que 200 jóvenes de centros escolares, los conductores del futuro en la comarca, vieran con sus propios ojos lo que supone conducir bajo los efectos del alcohol.
Así, con unas gafas que simulaban superar el límite permitido para la conducción, los escolares trataban de recorrer en kart un circuito que en condiciones normales no le suponía ningún tipo de problema.
«¡Pero si no puedo ni andar recto!», confesaba uno de los escolares. La mayoría, incluso necesitaba ayuda para montarse en el vehículo. Completar elcircuito se convertía en una sucesión de zigzagueos, salidas de pista y alguna que otra colisión –mínima y sin consecuencias, eso sí–, dejando muy claro, una vez superado el ‘cachondeo’ inicial, que con el alcohol al volante, poca broma. «La verdad es que no sé como puede haber gente que se monte así en un coche», aseguraba otro de los jóvenes, a los que a través de actividades de todo tipo, la experiencia les sirvió para entender por qué es vital separar alcohol y conducción.
Pese a que la mayoría de los controles que se realizan en Ponferrada arrojan resultado negativo y campañas como la deayer o las charlas que se imparten en colegios y centros públicos sirven para que las cifras sigan bajando, el año pasado se produjeron en la capital berciana 97 positivos por alcoholemia, la mayoría de ellos durante las noches de los fines de semana.