Villa, el más pendiente del pleno

El pleno de reprobación a Llamas que se celebra mañana por iniciar unas obras sin licencia concita intereses y movimientos misteriosos en clave política

D. Rubio / A. Martínez
25/10/2015
 Actualizado a 29/07/2019
El polémico exconcejal Ángel Villa. | L.N.C.
El polémico exconcejal Ángel Villa. | L.N.C.
Se sabe lo que pasará, porque los votos son los que son, pero no se sabe todo lo que hay detrás del pleno de reprobación al concejal de Fiestas del Ayuntamiento de León, Pedro Llamas, que se celebra este lunes. Se sabe que se convoca porque lo ha forzado la oposición a través de la junta de portavoces. Se sabe que el PP votará en contra del cese de su concejal. Se sabe que PSOE, León en Común, Despierta León y UPL pedirán que Llamas abandone su cargo. Se sabe también que Ciudadanos mirará para otro lado y se abstendrá, ya que considera que en el conflicto sobre la licencia de obras del nuevo restaurante del concejal, solicitada y pagada hace dos meses pero aún no concedida, hay guerras de lo que su portavoz definió esta semana como "la vieja política".

Más allá de las armas políticas de cada partido (el PP defiende a su edil argumentando que no es lo mismo esperar por una licencia que ni si quiera haberla solicitado, recordando al PSOE que su actuación no ha tenido perjuicio para el Ayuntamiento, al contrario que las obras que ellos comenzaron para poner en marcha el tranvía) y de que a un cargo público, por muchos puestos de trabajo que genere en su actividad privada, se le exige que cumpla escrupulosamente con la ley, lo cierto es que el interés de algunos partidos en el caso y la saña con la que se ha tratado al concejal y hostelero desde determinados medios de comunicación muestran que en torno al pleno de reprobación (figura administrativa que no existe como tal en el ámbito municipal) que mañana se celebrará en San Marcelo hay más intereses de los que pudiera parecer.

La votación pondrá a prueba la unidad del PP, que se da por supuesta, pues nadie quiere pensar en las consecuencias que podría tener que desde la bancada popular alguien pidiera la cabeza del concejal. En el caso de que Ciudadanos, como se ha intentado desde diversos sectores, se hubiera sumando a pedir el cese de Llamas, o en el remoto caso de hubiera alguna sorpresa en las votaciones de mañana, su hipotética salida obligaría a ‘tirar’ de la lista del Partido Popular, que continúa con Eduardo Tocino, asentado ya en la Concejalía de Urbanismo y que presumiblemente dejaría pasar al siguiente, que se trata del polémico Ángel Villa.

La triangulación que diversas fuentes quieren ver para que el asturiano vuelva formar parte de la corporación municipal pasa, además de por las fuertes presiones mediáticas, por su buena relación tanto con el actual concejal de Hacienda y Régimen Interior, Agustín Rajoy, como con determinados funcionarios/sindicalistas de Ordoño II, con quienes trabajó estrechamente durante el pasado mandato, de forma no precisamente leal al que entonces era alcalde, Emilio Gutiérrez, y contribuyendo activamente a la división interna.

Es preciso recordar que Ángel Villa fue concejal de Empleo y Nuevas Tecnologías durante los últimos cuatro años y que, además de por su escasa actividad, llamó la atención, entre otros evidentes motivos, por prometer de nueva la famosa escuela de pilotos para León, en una rueda de prensa que se le complicó. Junto a Rajoy, formó parte del bando ‘carrasquista’ de la anterior corporación, una reserva, ciertamente, de la vieja política.
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