UPL vuelve a entregar la Diputación al PSOE

Los socialistas sacrifican a Morán, vetado por los leonesistas, y harán presidente al también berciano Gerardo Álvarez Courel

22/08/2023
 Actualizado a 22/08/2023
Vista exterior del Palacio de los Guzmanes, sede de la Diputación. | MAURICIO PEÑA
Vista exterior del Palacio de los Guzmanes, sede de la Diputación. | MAURICIO PEÑA

(AMPLIACIÓN) Faltaba un cuarto de hora para que comenzara el Consejo General de la Unión del Pueblo Leonés en el que los leonesistas debían decidir si daban su apoyo al PSOE, que les había hecho llegar su oferta oficial hace ya más de dos semanas, o al PP, del que no había noticias.  Tras las reuniones de estos días entre Luis Mariano Santos, secretario general de UPL, y Juan Carlos Suárez Quiñones, consejero de Medio Ambiente y a quien la dirección autonómica del partido encargó llevar las negociaciones ante la falta de rumbo del partido en la provincia, faltaba aún completar el documento sobre el que se asentaría su pacto. En ese documento terminaron apareciendo promesas, proyectos que de los que UPL lleva años tirando y que había presentado, en ocasiones varias veces, como enmiendas a los presupuestos autonómicos. Todos habían sido rechazados en su día en Las Cortes, pero buena parte de ellos fueron aceptados por Alfonso Fernández Mañueco para intentar hacer presidente de la Diputación a Raúl Valcarce. Con ellos, la oferta del PP era mucho mejor para la provincia que de la del PSOE, pues los dos hacían las mismas concesiones y los populares sumaban el compromiso de la inversión de la Junta, pero la división y, sobre todo, las formas terminaron con las opciones del PP: los miembros del consejo general de UPL, tras casi tres horas de tenso debate, se decidieron por el PSOE, pese a haber roto el pacto de gobierno con ese mismo partido en mayo de 2022 por considerarse engañados.


Courel, presidente
Con la decisión tomada, con el reparto de áreas aceptado (el alcalde de Villaturiel, Valentín Martínez, será el portavoz y responsable del servicio de asistencia a municipios; Emilio Martínez, alcalde de Cabrillanes y pedáneo de La Cueta, llevará el Instituto Leonés de Cultura; y Roberto Aller, alcalde de Sariegos, la responsabilidad sobre las carreteras de titularidad provincial) quedaba por decidir el nombre del presidente, después de que los leonesistas hubieran vetado al que hasta ahora ocupaba el cargo, Eduardo Morán, por apoyarse en un tránsfuga (el difunto Matías Llorente) para seguir en el poder cuando UPL decidió romper el pacto por los numerosos incumplimientos. Los leonesistas tenían el compromiso de Javier Alfonso Cendón, secretario provincial del PSOE, de que sacrificaría a Morán, pero apoyaron al PSOE sin saber quién sería el presidenta. O presidenta, porque se barajó durante algún tiempo el nombre de Carolina López, alcaldesa de Villagatón-Brañuelas. Finalmente, los socialistas anunciaron por la tarde que el elegido es Gerardo Álvarez Courel, berciano de Bembibre y hasta hace poco presidente del ConsejoComarcal del Bierzo, de quien las hemerotecas ya empezaban a recordar ayer la escasa sensibilidad que ha mostrado hasta ahora con los leonesistas. 


De su equipo poco se sabe, aunque  necesariamente en su  mayor parte tendrán que seguir siendo varios de los que formaban parte del anterior gobierno. Es decir: los mismos que ya engañaron una vez a UPL, según la propia UPL, lo que hace verdaderamente complejo entender su decisión cuando, además, están apartando del poder al partido que tiene mayor representación. 


¿Unión del PP?
A ese momento el PP había llegado, según ellos mismos, como un partido unido. Cuesta creerlo a cualquiera que haya seguido la actualidad leonesa a lo largo de los últimos meses, puesto que la falta de control a nivel provincial en el partido ha terminado pasando factura a los populares. 


Es preciso recordar que en las pasadas elecciones del 28 de mayo el Partido Popular obtuvo 11 diputados, por 10 del PSOE, 3 de UPL y uno (irrelevante) de Vox. Desde entonces, el PP se ha mostrado como un partido completamente a la deriva en la provincia, tanto que ha convertido en ganador al PSOE en las principales instituciones. En el Ayuntamiento de León, los populares exhibieron, exhiben y seguirán exhibiendo públicamente su división interna, que había sido anunciada por todos los leoneses prácticamente sin excepción desde que se supo que la candidata elegida era Margarita Torres. Ese espectáculo bochornoso protagonizado por el PP en el Ayuntamiento ha terminado pesando en la Diputación, donde UPL ha temido que pase exactamente lo mismo. Los llamados críticos, encabezados por el alcalde de Almanza, Javier Santiago Vélez, consiguieron imponerse al aparato y lograron controlar el grupo popular en la Diputación, obteniendo 8 de los 11 diputados populares. Sin embargo, la dirección autonómica no cedió al clamor de los alcaldes del PP (algo que estaba perfectamente claro después de lo sucedido en el Ayuntamiento, llegando a afirmar desde Valladolid que se prefería que gobernase la Diputación el PSOE antes que dar su brazo a torcer) y, en las últimas horas, tras una reunión celebrada el pasado lunes en Valladolid, Vélez había dado un paso atrás, permitiendo que fuera el alcalde de Carracedelo, RaúlValcarce, el candidato a la presidencia por el PP. El acuerdo entre ambas partes daba soluciones para todos los implicados, pero esa unión no llegó a tiempo... o fue más bien el argumento empleado por UPL para entregarle de nuevo el poder al PSOE, pese a que, como ya se ha dicho, la oferta del PP era mucho más ambiciosa que la de los socialistas.


Otro de los argumentos empleados por los miembros del consejo general de la UPL para reeditar su pacto con los socialistas es que, esta vez, se supone que el PSOE permitirá que se lleve al pleno del Palacio de los Guzmanes la moción pro autonomía leonesa que ya han aprobado ayuntamientos leoneses que suman más de mitad de la población de la provincia.


Moción leonesista
Esa moción ha supuesto muchas guerras internas en el PSOE, puesto que la dirección provincial intentó paralizarla en un principio, presionando a sus alcaldes y concejales para que votasen en contra, pero finalmente parece que los socialistas permitirán que se debata en la Diputación y darán libertad de voto a sus diputados. Sólo falta saber para qué va a servir todo eso, más allá de llenar titulares y alimentar un sueño que comparten muchos leoneses pero que desde todas las instituciones se ha calificado de irrealizable.
Sin embargo, en una entrevista publicada por este periódico el pasado domingo, Santos lamentaba que ni PP ni PSOE habían querido avanzar en cuestiones ideológicas, lo que contrasta con la aceptación de esta moción, que va a aportar debate y poco más.
Por su parte, fuentes leonesista lamentan tanto el trato dispensado por los populares (hay que recordar las palabras de la aún presidenta popular cuando habló de «diputadillos») como el amago de pacto entre PP y PSOE.

 

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