El Instituto Leonés de Cultura (ILC), el Servicio de Cooperación y Asistencia a Municipios y Fomento son las áreas que la Unión del Pueblo Leonés exige tanto al Partido Popular (que obtuvo 11 de los 25 diputados), al Partido Socialista (que obtuvo 10) para que sus tres diputados electos apoyen la llegada a la presidencia de los candidatos que propongan cada uno de los dos grandes partidos.Tanto PP como PSOE se han mostrado receptivos con las exigencias de los leonesistas, si bien es cierto que la situación que atraviesan los populares en la provincia, la división que se ha exhibido a lo largo de las últimas semanas entre los llamados ‘críticos’ y los ‘oficiales’, ha hecho que la oferta de Juan Carlos Suárez Quiñones, a quien la dirección autonómica del partido ha encargado que lleve las negociaciones ante la falta de timón del partido en la provincia, haya llegado mucho más tarde que la de los socialistas, que se presentó hace ya semanas al secretario general de UPL, Luis Mariano Santos.
El documento del PP está aún sin cerrar y será este martes cuando quede completado definitivamente. Con él y con el que presentó hace semanas el PSOE, Santos convocará un consejo general de la Unión del Pueblo Leonés que con toda probabilidad se celebrará este martes pero podría retrasarse, incluso, para la mañana del miércoles 23, poco antes de que empiece, a las 12 de la mañana, el pleno del que debería salir el nuevo equipo de gobierno que dirija los destinos de la Diputación durante los próximos cuatro años.
Los dos partidos están dispuestos a ceder las mencionadas áreas a los diputados leonesistas (Roberto Aller, alcalde de Sariegos; Emilio Martínez, alcalde de Cabrillanes de Babia; y Valentín Martínez, alcalde de Villaturiel) y dos de las vicepresidencias, la primera y la tercera, pero por el medio queda el reparto de varios cargos intermedios que están dificultando las negociaciones. No tienen tanto peso en esta ocasión los proyectos que se ponen sobre la mesa, después de que UPL se considerase engañada por el incumplimiento de los 25 puntos que firmaron con el PSOE en 2019, lo que provocó la ruptura del pacto.
PP y PSOE ceden así a todas las exigencia de los leonesistas y en la oferta de uno y otro no hay demasiadas diferencias, de modo que la decisión de UPL se basa más en una cuestión de nombres. De un lado, ya vetaron al actual presidente, Eduardo Morán, y el PSOE se muestra dispuesto a entregar su cabeza a cambio del poder. Son varios los nombres que se proponen por parte del PSOE como alternativa y, en el caso de que al final alcancen un acuerdo, los socialistas se podría decantar por una de sus diputadas como presidenta. Del otro lado, la pugna entre Raúl Valcarce y Javier Santiago Vélez es uno de los factores que más preocupan en la sede de los leonesistas, ya que temen que la inestabilidad, como está pasando con el grupo del PP en el Ayuntamiento de León, pueda afectar al gobierno de la institución.
En cualquier caso, UPL descarta una abstención, ya que ha manifestado en numerosas ocasiones que quiere entrar a formar parte del gobierno y eso sería un apoyo tácito al PP, que es el que tiene más diputado y el que terminaría obteniendo la presidencia.