Un cordón sanitario para frenar al jabalí

UPA reclama a la Junta que adopte medidas similares a las de Francia o Alemania donde afirman que ha llegado a intervenir el ejército

L.N.C.
25/09/2019
 Actualizado a 25/09/2019
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El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Castilla y León, Aurelio González, ha reclamado a la Junta de Castilla y León "un cordón sanitario", similar al que se está aplicando en países como Francia o Alemania, donde incluso ha llegado a intervenir el Ejército, para controlar la población de jabalíes ante los daños que esta especie está ocasionando a la agricultura y la ganadería, según explican. Así lo pidió González en los instantes previos a la celebración del consejo agrario de la organización, donde reconoció que "a través de la caza no somos capaces de controlarlo" y hay zonas que son "impenetrables" por la presencia de maleza, recoge Ical.

González estimó que para frenar los efectos negativos que está ocasionando el jabalí «no se han dado soluciones efectivas» y recordó que ahora la caza se autoriza «a voluntad» de los cotos, aunque el tiempo de llegada de los permisos favorece que el animal se haya desplazado a otra zona. Por eso, reclamó también la modificación de la normativa interna de manera que los permisos se den por un área entera y en la jornada anterior se comunique la zona en la que se va a cazar.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, que asistió al consejo agrario de UPA, explicó que desde la Junta no se ha alcanzado una solución «clara y determinada» porque, de lo contrario, se estaría aplicando, aunque sí abogó por «avanzar» en las fórmulas para que esta situación, que se ha vuelto «muy preocupante», se puede atajar.

Esta problemática, según matizó González, además de los accidentes en carretera, que los sufren mayoritariamente la gente que vive en los pueblos, son algunos aspectos que están retrayendo a la actividad agrícola y ganadera, lo que a su vez influye en la despoblación, que UPA reconoció como uno de los principales problemas que se viven a día de hoy. Para combatirla, la organización pidió «políticas activas» para favorecer explotaciones familiares, algo que estimó que se consigue, entre otros aspectos, con precios «rentables» y también intentando que la gente «no se marche».
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