San Froilán espanta la nube

La lluvia respeta los actos de la tradicional romería a la Virgen del Camino

D.L. Mirantes
05/10/2015
 Actualizado a 17/09/2019
141401911
Con los nubarrones en el horizonte la comitiva de la romería de San Froilán ha partido sobre las once y media de la mañana desde el Polígono Industrial de Trobajo hacia la basílica de La Virgen del Camino. Flanqueando el corte miles de leoneses callado en mano llegaban desde la ciudad a la campa de detrás del santuario.

Y tan importante como la determinación de la penitencia es mantener las fuerzas para cumplir con ellas. Para eso van bien pertrechados los carros donde no faltan lustrosas hogazas, chorizos, morcillas, rosquillas, vino, tomates, pimientos, ajos y cuanto ha dado de sí la cosecha, que orgullosos muestran los arrieros en sus tiros.

Pero no son solo los leoneses los que buscan el favor del santo. Aunque sea por causalidad, peregrinos llegados del otro lado del mundo se quedan de esta guisa al ver el castizo desfile.

Después, bailes y más bailes a las puertas de la iglesia, pandero, dulzaina y tambor y a recogerse en el templo para oír la misa a la que no faltaron las autoridades de la Corporación Municipal de león, las militares y de seguridad, los representantes de los ayuntamientos del voto y de los más diversos estamentos de la sociedad.

Por la tarde será el turno del pulpo 'a feira', de los caballitos, de las compras en el enorme mercadillo con mercancías de todo tipo y de las actividades organizadas por el municipio de Valverde de la Virgen.

Pero antes, la oración redentora, es el turno de cumplir con María la Virgen. El besamanto y la ofrenda del cirio forman también largas colas de fieles devotos, que no quieren abandonar el santuario sin presentar su respeto a una de las imágenes más queridas de la provincia.

Menos amor sentirá San Froilán, que cada 5 de octubre soporta con un carácter de piedra que miles y miles de persona se pasen todo el día tocándole las narices. Todo sea por la tradición.
Lo más leído