Piden dos años y medio para una residente acusada de homicidio imprudente grave

Supuestamente no siguió el protocolo en una paciente con antecedentes de ictus a la que diagnosticó artrosis y que murió una semana más tarde por derrame cerebral

L.N.C.
28/02/2018
 Actualizado a 18/09/2019
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Una médico del Sacyl que en el 2011 se encontraba en el Hospital de León como residente de primer grado se enfrenta a una acusación por un delito homicidio por imprudencia grave profesional por el que le piden penas de dos años y medio de prisión y cinco años de inhabilitación para el ejercicio de la medicina, así como indemnizaciones por valor de alrededor de 100.000 euros.

En febrero del 2011 la médico atendió en el Servicio de Urgencias del Hospital a una mujer de 78 años derivada por el médico de cabecera que, según consta en el escrito de acusación de la Fiscalía, había alertado de una sospecha de accidente isquémico transitorio (AIT), lo que puede derivar en un accidente cerebro vascular. El Ministerio Público relata que la acusada no consultó el historial médico de la paciente, en el que constaba un AIT sufrido en agosto del año anterior, hizo caso omiso de los informes del médico de cabecera, del servicio de emergencias y no atendió las informaciones de los familiares. Supuestamente, la médico residente no efectuó pruebas para descartar un proceso de accidente cerebro vascular y tras diagnosticar artrosis de rodilla, le dio el alta sin la firma del médico adjunto, al que, siempre según el Fiscal, tampoco comunicó la actuación realizada.

La finada sufrió un empeoramiento seis más tarde por el que requirió la atención en su domicilio del médico de cabecera que diagnosticó un derrame cerebral. La mujer ingresó en la UCI del Hospital, pero fallecía al día siguiente como consecuencia del derrame.

El Ministerio Público considera que los hechos recogidos constituyen un delito de homicidio por imprudencia grave profesional.
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