Lago de Babia se queda sin sombra

La poda descontrolada de chopos cambia por completo el aspecto del que se ha convertido en uno de los pueblos más visitados de la provincia

David Rubio
18/11/2021
 Actualizado a 18/11/2021
El antes y el después de la tala de los chopos en el entorno de la localidad babiana. | L.N.C.
El antes y el después de la tala de los chopos en el entorno de la localidad babiana. | L.N.C.
“Lo que no sé es para qué demonios nos sirve ser Parque Natural, Reserva de la Biosfera y no sé cuántas cosas más. Todos esos títulos que suenan muy grandilocuentes, llena muchas bocas, pero al final no han traído más que pobreza y restricciones que no han servido de nada porque, si no, ¿cómo pueden permitir esto?”.

La voz del pedáneo de Lago de Babia destila rabia al otro lado del teléfono. Se llama Isidoro Bringas, preside la junta vecinal de su pueblo por el PSOE y está muy enfadado. El motivo es que una inmensa máquina “de las que destrozan los árboles en segundos” lleva días cortando todos los árboles del pueblo, uno de los más hermosos de Babia en particular y de la provincia en general.

Todo en Lago de Babia estaba cuidado al detalle. El impresionante paisaje, el ascenso hasta el lago que da nombre al pueblo, las casas convertidas en lienzos para el muralista Manolo Sierra y el mimo con el que todos los vecinos cuidan del entorno han convertido el pueblo en uno de los más visitados de la comarca. Pasear por su calle principal es visitar una fascinante exposición de arte contemporáneo, pues los vecinos cedieron sus fachadas a este pintor, babiano afincado durante casi todo el año en Valladolid, que en cada una de ellas dedicó su mural a un oficio distinto, relacionado con quienes allí vivieron. Si uno quiere, los murales se pueden ver sin la necesidad de bajar del coche, aunque Lago se había convertido en los últimos años en un lugar frecuentado por la posibilidad que brinda para el paseo, hasta ahora a la sombra de unos chopos que, en cierto modo, eran también una seña de identidad del pueblo. Se reconocía Lago por chopos que escoltaban al viajero a su llegada, por los que daban sombra a las casas, pero ahora, ante la impotencia de sus vecinos, los propietarios de las fincas, que no residen en el pueblo y que prácticamente no lo han visitado, se han decidido a cortar todos los chopos, alegando que no dan beneficios y causan mucha suciedad, sobre todo en el otoño.

Aquí solo tenemos chopos y fresnos, no hay más árboles en Babia, al menos en esta zona. Y lo que tenemos lo debemos conservar, que es nuestra forma de vida, lo que hemos aprendido de nuestros antepasados “Aquí solo tenemos chopos y fresnos, no hay más árboles en Babia, al menos en esta zona. Y lo que tenemos lo debemos conservar, que es nuestra forma de vida, lo que hemos aprendido de nuestros antepasados. Si queremos cambiar una ventana hay que solicitar mil permisos, te controlan hasta para podar los rosales con las restricciones del Parque, y resulta que ahora estos señores cortan los árboles, que parece que dejan el pueblo desierto, cortado al ras, y nadie puede hacer nada. ¿Cómo es posible?”, afirma el pedáneo, que ya coordina una acción con el resto de los vecinos para plantar tantos árboles como se corten. “Dicen que como es una planta considerada de crecimiento rápido pueden cortarlos y hacer lo que les de la gana, pero lo cierto es que a mí y a otros vecinos nos dan ganas de llorar al ver la masacre. El pueblo parece otro, y eso, con todo lo que hemos luchado, da mucha pena”, reflexiona Isidoro Bringas. “Miramos mucho fuera y nos preocupamos del clima y del medio ambiente pero parece que los Bolsonaro estaban aquí, en Babia, y que el Parque no protege ni la flora, ni la fauna ni desde luego a los habitantes de esta zona”, sentencia.
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