La oposición de Ciudadanos al traslado del Conservatorio hace que el PP dé marcha atrás

Gemma Villarroel anunció por la mañana que las ‘tripas’ del estadio no les parecen una ubicación adecuada y el equipo de gobierno ‘recula’ horas después

Susana Martín
18/04/2016
 Actualizado a 19/09/2019
Cartel de protesta por el traslado en la ubicación actual del Conservatorio, en Santa Nonia.
Cartel de protesta por el traslado en la ubicación actual del Conservatorio, en Santa Nonia.
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de León ya no tiene tan claro que vaya a llevar a cabo su proyecto de trasladar el Conservatorio de Música de Santa Nonia a Sáenz de Miera. Este lunes por la mañana, sus ‘socios’ de Ciudadanos en el Consistorio aprovechaban la visita a Valladolid de Silván y compañía para convocar una repentina rueda de prensa y anunciar que retiraban su apoyo a la idea del traslado.

«El enclave no reúne las condiciones para un centro educativo musical», soltó Gemma Villarroel, la portavoz de la formación naranja.

Horas después –como ya ocurriera con la subida de tarifas del parking del Hospital o la ubicación de la caldera de biomasa en Eras–, el Partido Popular ‘reculaba’ y fuentes municipales reconocían que darán marcha atrás a su idea de trasladar el Conservatorio.

Aunque será previsiblemente este martes el portavoz del equipo de gobierno, Fernando Salguero (o quizá el propio alcalde en su comparecencia de las 12 de la mañana), quien dé explicaciones de su decisión, desde el PP reconocían este lunes su malestar por este nuevo ‘cambio de opinión’ de sus ‘socios’ en el Consistorio y recordaban que también los de Villarroel han estado presentes en varias reuniones mantenidas con la Consejería de Educación de la Junta, donde en ningún momento habían mostrado su disconformidad con el traslado del Conservatorio a las ‘tripas’ del estadio Reino de León.

La presión popular (que ya ha logrado reunir más de 13.000 firmas contra la propuesta del PP), pero sobre todo el cambio de rumbo de Ciudadanos, ha llevado al equipo que dirige Silván a volver a ‘tragar’ y rectificar una decisión que creían inamovible.
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