El pleno ordinario del Ayuntamiento de Boñar celebrado el pasado jueves aprobó por unanimidad todos los puntos del orden del día, pues ya habían sido debatidos con anterioridad en sus correspondientes comisiones. En primer lugar, el expediente de modificación de créditos por un importe de 258.876 euros, así como la imposición y ordenación de tributos de un tres por ciento de la base de ejecución de obras, además del estado de ejecución del presupuesto del 2023. También aprobó el pleno la cesión del Consorcio de Gersul a la Diputación de León y la adquisición municipal de una parcela en la localidad de Barrio de las Ollas por un importe de 20.000 euros, un futuro centro donde los vecinos podrán celebrar reuniones e incluso concejos si finalmente consiguen recuperar su Junta Vecinal.
Todas las concejalías informaron al pleno de las diversas actividades realizadas durante los últimos meses, pero sin duda la que sorprendió tanto al pleno como al público asistente fue la información de Ceferino Gil, concejal de obras, detallando el estado actual del Negrillón de acero que, con apenas cinco años de vida, se encuentra en un estado de prematuro envejecimiento, tras serle detectadas varios fallos en su construcción. Según el informe municipal, a una de las hojas del árbol que está compuesta por tres láminas se le han caído los bulones que mantenían juntas a las hojas a través de un punto de soldadura con el consiguiente peligro de que pueda seguir abriéndose y provocar un accidente. Para evitarlo, operarios municipales han tenido que sujetar con unas eslingas esas hojas. Además, según el informe, la urna o cabina de cristal que encierra parte de los restos del antiguo Negrillón se ha abierto permitiendo la entrada de humedades que podrían dañar el tronco del viejo olmo, algo que desde la Concejalía de obras no están dispuestos a permitir. La estructura del Negrillón de acero costó al Ayuntamiento 130.000 euros y ahora la empresa constructora Margallo pide otros 16.000 euros para su restauración.