La Guardia Civil de León reforzó, durante la activación de las dos alertas motivadas por los temporales de viento y lluvia Ciarán y Domingos que afectaron a la provincia durante la semana pasada, los servicios encaminados a la atención de cualquier tipo de incidencia que pudiera motivar la actuación de las distintas patrullas operativas.
Así, se prestó especial atención y se acudió a atender caídas de ramas y árboles en la red de carreteras, siniestros viales, desprendimiento de tierras, vigilancia de la crecida de los ríos y poblaciones más aisladas, y, en definitiva, a cualquier eventualidad en la que fue requerida nuestra presencia. A pesar de las numerosas llamadas recibidas en el teléfono de emergencias de la Guardia Civil 062 al respecto, afortunadamente ninguna de ellas fue de carácter grave, informan fuentes oficiales que destacan a la ausencia de sucesos graves.
Entre las actuaciones más destacables referentes a la red vial destacan la regulación del tráfico en las carreteras LE-3714 (de LE-3707 a Valbuena de Roblo), en el término municipal de Crémenes, por corte total de la misma motivada por la caída de un árbol a causa del viento y corte total de la carretera LE-6505 de (Matalobos del Páramo a Grisuela del Páramo), como consecuencia también de la caída de un árbol.
Además, el domingo la Guardia Civil se trasladó hasta la localidad berciana de Lusío (Oencia), como consecuencia del desprendimiento de la ladera de una montaña sobre el pueblo que afectó a seis casas. Por motivos de seguridad, se desalojó por precaución a un vecino que vive al lado de las viviendas destruidas, por si pudiese haber más desprendimientos. Estos servicios, en los que participaron efectivos de Seguridad Ciudadana y de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de la Comandancia de León, estuvieron coordinados en todo momento con otros organismos públicos.
