"Es necesario entender que no eres un cuidador, eres su pareja"

El "reencuentro con la sexualidad" tras sufrir un daño cerebral centra el debate de las jornadas de Aspaym en Cubillos del Sil

D. Álvarez (ICAL) / L. N. C.
15/06/2016
 Actualizado a 18/09/2019
Foto de familia de los asistentes a las Jornadas sobre discapacidad y sexualidad, ayer en Cubillos. | CÉSAR SÁNCHEZ (ICAL)
Foto de familia de los asistentes a las Jornadas sobre discapacidad y sexualidad, ayer en Cubillos. | CÉSAR SÁNCHEZ (ICAL)
«La vida me ha cambiado por completo». Ezequiel Fernández sufrió un accidente en 2014 que lo dejó postrado en una silla de ruedas. Es una de las quince personas con un grado alto de dependencia, acompañados de sus respectivas parejas, debatieron este martes en las jornadas de Aspaym en Cubillos del Sil ante un equipo de expertos comandados por la sexóloga Rosa Montaña sobre sus experiencias a la hora de recuperar una parte de sus vidas que, en muchas ocasiones queda relegada por tabúes y prejuicios. «Es necesario entender que no eres sólo un cuidador, sigues siendo su pareja», explicó Montaña, en relación a los cambios que se producen en la relación después de que uno de los componentes sufra un daño de este tipo.

«Cada pareja es un mundo y cuando pasa algo así, cambia la erótica. Por eso es muy importante reconocerse y aprender a reencontrarse con la sexualidad”, explicó la sexóloga que dirige el equipo de especialistas que atiende las jornadas. En este sentido, Montaña recordó que, tras una lesión cerebral, “los afectados no siempre recuerdan a sus parejas ni sus historias».

Ese fue el caso de Martina de la Torre, otra de las participantes de las jornadas ‘Placeres, peligros y permisos tras un daño cerebral’. Su marido sufrió un accidente de tráfico en 2007, que le provocó un traumatismo craneoencefálico. «Es como tener otra vida, te has casado con una persona y luego tienes a otra persona diferente en casa», explicó. Las frustraciones, los miedos y los tabúes son los principales obstáculos a superar en un caso como ese. «Él siente la necesidad de actuar por mí y eso le provoca frustración, pero aprendemos a mejorar con el trabajo en pareja y con la familia», resumió De la Torre.

El objetivo de los talleres, que se desarrollarán durante tres días, es romper los miedos respecto a la intimidad de las personas con daño cerebral adquirido y del trato de su sexualidad por parte de su entorno. Para que esto deje de ser un tabú, el equipo multidisciplinar de especialistas promueve coloquios para que los propios participantes sean los que expliquen sus problemas y propongan soluciones.

En este sentido, las jornadas buscan la aceptación de la sexualidad con independencia de la diversidad funcional que se sufra. Los talleres también persiguen la aceptación de la propia figura corporal y de sus límites y posibilidades, así como el reconocimiento de las necesidades afectivas y sexuales.
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