Una injusta vida sin brazo ni pierna, tiroteada 'por error'

María regresaba a Toral de Merayo con un vecino y su hermana Ana, era el año 1942, y en el pueblo había una refriega entre guerrilleros y guardias civiles. Fueron confundidos con maquis

Fulgencio Fernández
28/02/2021
 Actualizado a 28/02/2021
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Si hay un lugar en el que la guerrilla, también conocidos como huidos o maquis, tuvo presencia fue en algunas comarcas de la montaña leonesa y en el Bierzo y la Cabrera, donde actuaba la partida del famoso Girón, una leyenda en la comarca.

Quien más ha contado esta historia, en lo referente a Bierzo y Cabrera, es Santiago Macías, autor de un libro de referencia en este apartado, ‘El monte o la muerte’, en el que el eje central es el citado Girón pero también otros muchos pasajes o personajes de estas comarcas. Una de estas protagonistas ‘secundarias’ es María Calleja Vidal, cuya historia recoge Macías en su libro podríamos decir en el capítulo de las injusticias más flagrantes y que ha fallecido esta misma semana a los 99 años de edad.

En una nota de con dolencia del citado historiador recordaba la fecha y las circunstancias en las que la vida cambiaba de manera trágica e irreversible para esta mujer que tenía tan solo 20 años de edad. Escribe Macías: «La vida de María cambiaría trágicamente a raíz de un suceso que da buena cuenta del afán de las fuerzas represivas por atribuir a la guerrilla antifranquista algunos episodios sangrientos, en este caso, en El Bierzo. El 26 de junio de 1942 un nutrido grupo de guerrilleros se presentó en la localidad de Toral de Merayo, a pocos kilómetros de Ponferrada, con la intención de desarmar a los falangistas de la localidad, alguno de ellos tristemente célebre desde los primeros meses de la guerra, por participar en numerosos asesinatos de vecinos de la zona acusados de simpatizar con los partidos y sindicatos de izquierda».

Relata cómo los guerrilleros ya habían tomado una parte importante del pueblo pero un vecino logró huir y avisó a la guardia civil, que acudió con numerosos efectivos al lugar. Ante esta situación los guerrilleros huyeron de Toral. «Unos minutos después María llegaba al pueblo con su hermana Ana y otro vecino, Francisco Gancedo Regueras. «Estos tres vecinos regresaban de trabajar pero fueron confundidos con los guerrilleros y tiroteados sin contemplaciones. Francisco Gancedo murió casi en el acto; Ana Calleja Vidal también. Eran el marido y la hermana de María, que logró salvar la vida, pero a consecuencia de las graves heridas producidas por los disparos perdió un brazo y una pierna. Así fue como la conocí hace años».

Es fácil imaginar el dolor primero y la vida que le tocó llevar a esta mujer, Maruja le llamaban, que fue un ejemplo de superación. Su vecina Fany Fons dice de ella que «fue un ejemplo como mujer, madre y abuela por su valentía y luchadora mujer»; y Conchi Pineda ‘abunda’ en esta idea: «Una de las mujeres más fuerte de la historia de España, que a pesar de lo que tubo que vivir después de que le arrebataran parte de su cuerpo, supo reinventarse y trabajar como la que más y vivir una vida digna con su esfuerzo y trabajo».

Una vida para no olvidar
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