Un par de huevos para Santo Toribio

Un par de huevos, o tres, es lo que seguramente estén echando a la sartén en alguno de los 20 bares que han diseñado para este ‘Fin de Semana de la Tapa’ un suculento ‘pintxo’, que podremos disfrutar hasta el próximo lunes en Astorga. Un acontecimiento, este del comer, que protagoniza junto con la Feria de Santo Toribio unos días diferentes en la muy noble.

Un par de huevos en los establecimientos hosteleros y alguno más los que también le ponen desde la asociación de empresarios, Asemac, a todo este lío. Una entidad viva que a riesgo de perder tiempo y dinero intentan cada año sacar todo este jaleo a la calle para dar una vuelta de tuerca al comercio y en definitiva a la vida en la ciudad. Isaac, su presidente, Pedro, el vice, y algunos más se vuelcan en una idea que transciende lo económico. Han conseguido proponer un evento global en toda la localidad. La carpa en la plaza con los comercios es solo la excusa para convertir Astorga, o intentarlo al menos, en epicentro de la provincia unos días. Deporte, mucho deporte, exposiciones, rally de coches clásicos, pasarelas de moda, gastronomía… un vendaval de propuestas que ponen acento a tres jornadas (el lunes es festivo local) que para lo único que servían era para largarse de la capital maragata. Y cierto es que el lunes todavía es significativa la diáspora, pero también lo es la gente que ya no se va, y sobre todo la gente que llega.

Por eso cuando escucho (a los de siempre) criticar la iniciativa, decir que es una pérdida de tiempo y dinero, apuntar con dedo inquisidor que la idea no vale para nada, etc., etc., se me revuelven las tripas, me llevan los demonios oiga. Me pregunto qué propondría toda esta gente para dinamizar el comercio, para sacar el potencial de Astorga a la calle. Se me queda la mente en blanco entonces, imagino que como a ellos. Y es que es muy dado por parte de algunos comerciantes y hosteleros, no sólo de Astorga, en general, pero también en la romana urbe, lamentarse y culpar a otros de sus pocas ventas. «Está todo parado», «la gente solo sabe ir a León», «el ayuntamiento no nos apoya lo suficiente»... quejas y más quejas que solo introducen al empresario en un pérfido círculo vicioso. Menos mal que Steve Jobs no se quejó de lo incómodo del garaje de su casa, o de la poca ayuda de su condado para el desarrollo de su idea. Menos mal.

Ejemplo exagerado, puede, pero extrapolado a la pequeña ciudad leonesa sirve. Hay gente que se queja y luego están los ‘locos’ estos de Asemac que se han puesto el mundo por montera y han querido desarrollar un gran evento con actividades para todos y a todas horas.

Con sus errores, con sus aciertos, con escaso dinero y mucha dosis de imaginación y más curro aún, Asemac ha tenido los santos huevos, con perdón, de realizar un acontecimiento duradero en el tiempo, algo que creo es lo más complicado de todo. Y sobre todo han creado una expectativa en la gente, renovada cada 12 meses. Quizá no estemos en la Expo de Sevilla, ni en la de París, pero la directiva de la asociación de empresarios hace algo digno y en cierto aspecto brillante. Ver los bares sábado y domingo llenos de gente mañana y tarde devorando tapas es algo realmente bueno y bonito, además de barato: 1,20 para ser exactos.

Procuran, además, los empresarios tomar nota año a año de los aspectos a pulir, a mejorar, a retirar o a potenciar para que el evento crezca. Apostaron por el deporte y las tapas, les salió bien, pero supieron, por ejemplo, abandonar la realización de la pasarela de moda para pulirla, mejorarla y volver este año con fuerza; veremos cómo les sale. Una feria abierta a todos los empresarios, sean del sector que sean. Tres días para todos, para correr, ver las motos clásicas, pasear por la carpa o comerte 20 pinchos. Los bares han echado los huevos a la sartén y la asociación se los ha echado a la vida. ¡Feliz Santo Toribio!