Los presbíteros y diáconos de la Diócesis de León renuevan sus promesas sacerdotales

El obispo Luis Ángel preside en la catedral la Misa Crismal

Ical
27/03/2024
 Actualizado a 27/03/2024
Misa Crismal en la Catedral de León. | ICAL
Misa Crismal en la Catedral de León. | ICAL

La celebración de la Misa Crismal en la Catedral de León ha puesto el pórtico a las jornadas centrales del Triduo Pascual en esta Semana Santa, en una celebración presidida por el obispo, el padre Luis Ángel de las Heras, concelebrada por el obispo emérito Julián López, con numerosa presencia de los integrantes del clero diocesano, presbíteros y diáconos, que han renovado esta en el primer templo diocesano las promesas que realizaron el día en que recibían el sacramento del Orden.

En su homilía, el obispo ha evocado “el saludo de la comunión y la belleza de la unidad” en el marco de “este banquete de comunión fraterna del presbiterio diocesano y de toda la Diócesis de León” para resaltar que “la renovación de nuestras promesas sacerdotales nos comprometen siempre, pero además en este momento eclesial nos comprometen a ser pastores de la Iglesia que quiere dar relevancia a algunos signos discernidos en el proceso sinodal para edificar un valioso y fuerte pequeño rebaño, llamados en estos tiempos a un desafío serio e importante para edificar pequeños rebaños”.

Luis Ángel de las Heras ha insistido ante todo el presbiterio diocesano en la importancia de acoger y transmitir “todo este espíritu sinodal como ministros ordenados, enviados a anunciar esa buena nueva que hemos conocido y que ha dado sentido a nuestras vidas y a nuestra vocación, parque aunque seamos cada vez menos y más mayores debemos sentirnos presbiterio sostenido por el buen pastor, siempre por Él que nos dice: no temas, pequeño presbiterio de la Diócesis de León”.

 

Dos nuevos presbíteros

También ha anunciado “la acogida y el agradecimiento con la confianza del Señor por los dos nuevos presbíteros que recibirán la ordenación el próximo 21 de abril, Dios mediante, agradecimiento y acogida para crecer en la comunión también. Dejémonos alimentar por el Señor y contribuyamos a fortalecer a los pequeños rebaños que el Señor nos ha encomendado, y así fortalecer también la Iglesia sinodal diocesana en la que todos oramos”.

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