"Que las emociones revivan como si estuviésemos en la plaza de la Catedral"

El Domingo de Resurrección se queda sin la procesión de El Encuentro en León a causa de la lluvia: "El latido de cristianos y papones se sobrepone a cualquier circunstancia"

María Herrero y Laura Pastoriza
31/03/2024
 Actualizado a 31/03/2024
https://youtu.be/J6Il4mMfuVk

"Niños, lo siento". Una madre y sus dos pequeños caminaban en la mañana de este domingo por la calle Batalla de Clavijoen dirección a la parroquia Jesús Divino Obrero de León. Los niños sujetaban con ambas manos la capa de la indumentaria de su hermandad mientras se dirigían, bajo la lluvia, a lo que se iba a convertir en la suspensión de la procesión de El Encuentro del Domingo de Resurrección. Esta ha sido la primera vez en su corta vida que se han quedado sin procesionar junto a la Real Hermandad de Jesús Divino Obrero y quizá son aún pequeños para entender lo que eso significa. Para los más mayores, para las decenas de papones que esperaban a las puertas del templo al que habían acudido a primera hora de la mañana con cierta esperanza, se trataba de un momento agridulce que une la desilusión de no poder salir en comitiva y la alegría de Jesús Resucitado.


En el interior de la iglesia, la imagen que lamentablemente se ha repetido en varias ocasiones durante toda la Semana Santa leonesa. Cofrades que se fundían en abrazos, manolas secándose las lágrimas con un pañuelo. La resignación de los seises, alguien que se repetía "podíamos haber salido" y la sonrisa de consuelo del que sabe que tiene 376 días para recuperar la ilusión por un Domingo de Resurrección.


Poco después de las 9:00 horas, la abadesa-presidenta de la Real Hermandad de Jesús Divino Obrero, María Luisa Alonso, anunciaba el acto de suspensión de El Encuentro, que se celebraría a continuación en el interior de la parroquia. Algunos cofrades acudirían después a realizar tradicional ofrenda floral y a la misa en la Catedral de León, que se desarrolló con normalidad. Alonso tuvo que pasar el mal trago de anunciar un acto "breve" que "de alguna forma haga que revivan nuestras emociones como si estuviéramos en la plaza de la Catedral". Un anuncio, el último que hace en su cargo, con el que aprovechó para nombrar a todas las personas que hacen posible la procesión de este Domingo de Resurrección y que, pese a las malas previsiones meteorológicas, acudieron en la mañana del último día de Semana Santa para apoyar a su hermandad: "Agradecemos la presencia de los hermanos que estabáis dispuestos a venir a sacar a hombros nuestros tronos, a los hermanos de filas que cargáis las cruces, a los portadores de enseres, a las manolas que sufrís sobre vuestros tacones para acompañar a los pasos y al grupo de montaje que ha trabajado para tener nuestro patrimonio listo". Asimismo, este agradecimiento se hacía extensible a "la cofradía hermana de Las Siete Palabras, a la Agrupación Musical del Gran Poder, a la Agrupación Musical de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno y a la Banda de cornetas y tambores de la Real Hermandad de Jesús Divino Obrero y a la Hermandad de Santa Marta". En la carpa, junto a la iglesia, también esperaban los pasos de La Resurrección, Las Tres Marías y San Juan Evangelista que, este 2024, no pudieron llegar sobre los braceros hasta la plaza de Regla para celebrar el Encuentro.


Mientras en la calle seguía lloviendo, la banda, la de la hermandad, comenzó a tocar sus marchas en el interior de la parroquia para dar por iniciado el acto de encuentro. Al mismo tiempo que se acercaban al altar por el pasillo central, todo el público se ponía en pie para escuchar con emoción la música que tenía que haber sonado por las calles de León y no resguardadas de la lluvia en la parroquia, y lo hacían entre aplausos y lágrimas. Después se dio paso a Nicanor Martínez, párroco de Jesús Divino Obrero. Él fue quien leyó la secuencia de Pascua y el que introdujo un emotivo canto de la Salve que normalmente acoge la plaza de San Isidoro.


Finalmente, y antes de que sonara el Himno de la Alegría, se leyó el texto de El Encuentro, el que tenía que haberse pronunciado ante la Virgen Blanca en la plaza de Regla. "La mañana nos obliga a buscar cobijo", rezaba la alocución que, trasladaba un poco de esperanza y consuelo: "El latido de cristianos y papones se sobrepone a cualquier circunstancia". Así, y entre las cuatro paredes de la parroquia, tuvo lugar el simbólico Encuentro del Señor Resucitado con la Virgen, cuyo "rostro descubierto aporta alegría y luz", y se pronunciaron con emoción las palabras del Domingo de Resurrección en León: "Levantad los capillos, Cristo ha resucitado".


Horas más tarde, la Catedral de León acogió la misa de Pascua a la que acudieron los abades de las cofradías leonesas para poner fin a la Semana Santa. Para decir adiós a los días de Pasión y esperar y confiar en que el próximo año, los actos de Interés Turístico Internacional de la capital puedan regresar con todo su esplendor.

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