"Shalom, Hosanna. León ya camina hacia la nueva Jerusalén". La mañana del Domingo de Ramos es el momento más festivo de la Semana Santa y la ciudad se vistió de gala un año más bajo la luz del Sol para celebrar el rito de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Los niños leoneses se volvieron hebreos por un momento, levantando palmas y ramos al paso de la Borriquilla, que hizo entrada a mediodía en la plaza de San Marcelo mecida por la Banda de Música de las Siete Palabras.
El obispo, Luis Ángel de las Heras, subió a la plataforma situada frente a Botines para bendecir los ramos de una multitud que llenó la plaza para presenciar un acto tradicional, festivo y religioso que es cita obligada para papones y cristianos. La bendición de los ramos se hizo extensiva a los leoneses, a sus familias, en el día en que la Iglesia católica da comienzo a la Semana Santa. "Seamos constructores de paz y concordia", concluyó el obispo, antes de incorporarse a la procesión calle Ancha arriba para oficiar, a la una de la tarde, la misa en la Catedral.
Es la procesión de Las Palmas un evento diferente, en el que los braceros pertenecen a todas las cofradías de la ciudad y pujan de traje y corbata, sin túnicas, coordinados por la Junta Mayor que preside Diana Belén García. La única comitiva que tiene su salida desde el Museo de Semana Santa, dio comienzo a las diez y media de la mañana.
Acompañada por un pequeño puñado de leoneses, la Borriquilla salió a la calle con el Himno de España y 'Mi amargura', para recorrer el Barrio Húmedo a buen paso hasta llegar a la plaza de San Marcelo. Allí, frente al edificio del Ayuntamiento, se incorporó la corporación municipal al completo, encabezada por el alcalde, José Antonio Diez, y al compás del Himno a León, interpretado por la Banda Municipal, que acompañó al cortejo hasta el fin de la procesión.
Con una temperatura algo inferior, que presagia mal tiempo para el resto de la semana de Pasión, el Sol brilló y la ciudad respondió un año más en un Domingo de Ramos en que León se torna hebreo y siente su Semana Santa como cuando era niño.