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Seguridad Social en quiebra I

21/06/2019
 Actualizado a 18/09/2019
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La semana pasada nos despertamos con una noticia tremendamente alarmante. El Tribunal de Cuentas certificaba que la Seguridad Social se encuentra con un patrimonio neto negativo, lo que, aplicando principios contables de la empresa privada, sería causa automática de declaración de quiebra y disolución. Pero vayamos por partes.

Creo que no será necesario que explique en profundidad lo que es la Seguridad Social. Únicamente decir que es un organismo con personalidad jurídica propia, cuyos ingresos vienen de la mano de las cotizaciones de empresas y trabajadores y de los presupuestos generales del Estado y los gastos van dirigidos al pago de pensiones y bajas.

El hecho de que las cuentas de la Seguridad Social se encuentren con patrimonio neto negativo, hace referencia a que «debe más de lo que vale» o lo que es lo mismo, está en quiebra. Este aspecto no deja de ser anecdótico, ya que al no tratarse de una sociedad mercantil y tener la garantía del Estado, a corto plazo no tiene graves consecuencias y las pensiones se seguirán pagando, o para ser más exactos, de momento se seguirán pagando.

En este espacio tan reducido del que dispongo, no me es posible extenderme en explicar cómo se ha llegado a esta quiebra técnica, pero sobra decir que el motivo principal es que se ingresa menos de lo que se gasta, concretamente 18.500 millones de euros al año, hasta alcanzar en el periodo 2010 a 2017, 100.000 millones de euros de pérdida.

Son cifras tan mareantes que realmente carecemos de la métrica mental para hacernos una idea del problema. De hecho, generaciones y generaciones de políticos pasan por sus puestos de responsabilidad mirando para otro lado sin coger el toro por los cuernos y con la confianza pueril de que alguien vendrá y lo solucionará, o que se solucionará solo. Nada más lejos de la realidad…

El sistema de pensiones tal como lo conocemos ha caducado y tendremos que hacer frente más temprano que tarde a las reformas que nos alejen del abismo. Sentarnos de nuevo en el entorno del Pacto de Toledo sin ninguna línea roja, con responsabilidad y sin demagogia, pensando en nuestro futuro.

No valen medidas sencillas ni atajos. La izquierda concluye que como el problema es que hay que ingresar más, pues aumentemos la presión fiscal… terminando así de matar de una vez por todas a la gallina de los huevos de oro y la derecha postula que como necesitamos más cotizantes, hay que tener más hijos, sin tener en cuenta que igual esos nuevos españoles podrían ir de cabeza a engrosar las listas del paro. Es necesario un enfoque global del problema.

Como creo que el tema merece una nueva entrega, el próximo viernes abordaré una posible hoja de ruta.
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