Saúl Ordóñez: "Hace dos años los Juegos estaban descartados"

El atleta berciano vive su primera cita olímpica tras una complicada clasificación con un año en blanco por lesión, sin ponerse techo y el objetivo de "pelear por estar en la final"

Jorge Alonso Macía
29/07/2021
 Actualizado a 29/07/2021
websaul28072021.jpg
websaul28072021.jpg
Hacer una entrevista en la Villa Olímpica de los Juegos de Tokio no es una tarea sencilla. Es necesario reservar la entrada a través del Comité Olímpico Español para acceder a lo que llaman la ‘plaza’ de la misma, un espacio común donde se ha habilitado una especie de pequeña zona mixta en la que residentes y visitantes no se pueden mezclar, pero manteniendo los dos metros de distancia pertinentes que una voluntaria se encargará de recordar cada minuto de la conversación, se puede hablar con los deportistas hasta donde te permita tu acreditación, lo que en caso de la prensa escrita impide grabar vídeos y hacer fotos.

Con gorra, mascarilla y todo el uniforme del equipo español (el COE prohíbe a los atletas llevar otra ropa diferente incluyendo las marcas que les patrocinan individualmente) aparece un berciano, un chaval de un pueblo de poco más de 30 habitantes, Salentinos, que puede presumir de ser el hombre que más rápido ha corrido los 800 metros en España y que, no sin sufrimiento, vive sus primeros Juegos en Tokio.

–¿Imaginabas estar aquí hoy después de haberte pasado lesionado prácticamente todo 2019?
–No, después de lesionarme tenía todo descartado más aún pensando que los Juegos iban a ser en 2020, dentro de todo lo malo que ha tenido la pandemia reconozco que a mí me ha venidobien en el sentido de haber podido tener un año más para prepararme.

–Mucho trabajo en la sombra, que una lesión provoque otra... ¿pensaste en dar por perdido el objetivo de estar aquí?
–He tenido periodos diferentes, he necesitado mucha paciencia, mucho trabajo de rehabilitación, de fisioterapia, probando varias cosas distintas, pero sí que he pasado por momentos un poco más depresivos en los que me veía muy fuera y no sabía como iba a acabar de recuperarme, aunque sí que era optimista y tuve en todo momento en la cabeza que me iba a recuperar e iba a estar entrenando otra vez al cien por cien. He sido optimista aunque ha habido momentos malos porque el proceso era muy lento, me recuperaba de la rotura del isquio y la fascia seguía dándome problemas, pero por suerte pude terminar salvando las dos cosas.

He pasado periodos más depresivos, pero siempre fui optimista con poder volver al cien por cien y llegar aquí» –Y cuando parecía que acababa todo, llega la pandemia
–Me fui a Salentinos para evadirme de lo que es estar metido en un piso, en mi casa tengo el patio y tengo más libertad, pude estar más tranquilo y estar con mis padres, a los que no veo mucho y era un buen momento para estar con ellos, me monté un pequeño gimnasio para intentar seguir entrenando y poder estar cerca de la familia en un momento duro.

–El aplazamiento te dio opciones de pelear por estar en los Juegos y lo intentaste tanto en el 800 como en el 1.500
–Al final me tuve que decantar por una de las dos y fue el 800, que es un poco más mi prueba y donde puedo tener más garantías. No había muchísimas competiciones, en pista cubierta no había competido y si hubiesen salido bien las primeras carreras al aire libre en el 800 y hubiera hecho la mínima sí hubiera dejado abierta la puerta de las dos, porque en el 1.500 llegué a hacer la mínima cuando no valía, así que tuve que intentar sumar todos los puntos posibles en el 800 para poder clasificarme por ránking si no hacía la mínima, que llegó en el último momento.

–Esa mínima no terminaba de llegar y el ránking estaba muy apretado, ¿te viste fuera?
–Cuando pude volver a correr me encontré competitivo e hice muchas carreras para verme un poco en la pomada, porque psicológicamente enfrentarte a los mejores del mundo viniendo de una lesión es un poco duro, no estás tan fuerte y eso pasa factura. Es cierto que hasta que pasó el Campeonato de España y conseguí la mínima he tenido mucha ansiedad, ahora estoy aquí en Tokio súper tranquilo, con ganas de competir, pero sin nervios, pero cuando buscaba la mínima sí lo estaba porque veía que tenía la capacidad, que estaba cerca, pero que no remataba y me agobiaba.

–Ahora ya pensando en los Juegos, ¿qué objetivo te pones?
–Justo hemos estado Adri (Ben) y yo viendo las listas hace un rato porque nos habíamos olvidado un poco de la competición mientras nos aclimatábamos aquí y creo que estoy el 22 del ránking. Obviamente hay gente muy buena, pero he competido contra casi todos ellos y unas veces me han ganado y otras les he ganado yo. Creo que podemos pelear por pasar bien a la semifinal y luego ahí intentar luchar por un puesto de finalista jugando un poco con el factor de los que pasan por tiempos y la suerte, por un lado que te toque una buena eliminatoria e intentar jugar las bazas de una carrera rápida en la que se pueda pasar por tiempos, creo que entrar por puestos en semifinales es muy realista y hacerlo en la final es más complicado, pero hay que luchar por ello.

–¿Te ves al nivel de forma de 2018, que ha sido sin duda tu mejor año?
–Me veo muy fuerte en los entrenamientos, me he visto similar a ese año en el que es verdad que logré las mejores marcas de mi carrera, aunque es cierto que no le he refrendado en una carrera, aunque es verdad que tampoco he pillado grandes pruebas. El trabajo ha sido muy bueno y creo que se puede ver en competición si soy capaz de correr un poco más inteligente, si en la primera vuelta haces mucho desgaste para colocarte como me pasa a mí a veces lo pagas en el último 100 y eso ha ido en mi contra.

–Eres bronce en un Mundial en pista cubierta, ¿cambia mucho el contexto respecto a estos Juegos?
–Sí, entonces en Birmingham hubo ‘semis’ y final directa porque hubo problemas de pasaportes que no permitió participar a gente y no hay tantos atletas que preparen la pista cubierta. En unos Juegos hay más nivel, es cierto que tampoco hay unas grandes marcas, pero sí un groso de atletas de mucho nivel que hacen más complicado colarte ahí.

–¿Supone una presión extra el estar aquí en una prueba en la que se han quedado fuera varios atletas con mínima o que entraban por ránking?
–Una de las cosas que más ansiedad me daba en la preparación era que no valía con hacer la mínima y luego hacerlo bien en el Campeonato de España, sino que tenía que ganar a 5 o 6 tíos. De todas formas creo que eso es bueno porque hace que compitamos muy bien entre nosotros y se suba el nivel, también de cara al exterior porque llegas a competiciones internacionales acostumbrado a pelear con atletas de mucho nivel. En el mediofondo, tanto en el 800 como en el 1.500 tenemos varias opciones de pelear por estar en una final y eso es muy bueno para el atletismo español.

–¿Cómo estás viviendo la experiencia olímpica, te fastidió perderte la ceremonia de inauguración?
–Sí que me dio pena no estar, me hubiera gustado verla y desfilar, algún compañero de otras selecciones nos ha comentado que estuvo bien y es una lástima porque justo llegamos ese día, es un poco una faena. Después, como muchos somos novatos y son nuestros primeros Juegos, estamos un poco aceptando todo lo que nos viene, sabemos que todo es muy diferente, no podemos salir mucho, hay muchos protocolos para todo, pero es como si siempre fuera así. Nos hubiera gustado competir con el estadio lleno, poder ir a ver otros deportes, pero somos positivos y tenemos ganas de competir.

«Los que somos novatos aceptamos todo lo que nos viene, es como si los Juegos siempre hubieran sido así»–¿Qué rutina tenéis en estos días antes de la competición?
–Por las mañanas entrenamos y entre lo que es ir y volver además del entrenamiento en sí ya son 3 o 4 horas, luego volvemos, nos duchamos y nos vamos a comer. Por la tarde estamos un rato d relax en la habitación y luego nos damos un paseo por la villa, hay gente que hace una sesión de gimnasio.. ya hasta la noche que cenamos y como hace algo más de fresco damos una vuelta. Aquí hay de todo, peluquería, podología, hacemos mucha fisioterapia con los preparadores de la selección... al final estamos aquí para competir, si pudiéramos salir tampoco iríamos muy lejos de turismo.

–¿Te hace especial ilusión encontrarte con alguien por la villa?
–Sí que hemos visto a la selección de basket y me he hecho una foto con Pau Gasol, pero sinceramente me ha hecho más ilusión encontrarme con David Llorente (piragüista), que hacía mucho que no le veía y coincidimos en la residencia en Valladolid. Tampoco mucho más, no soy muy de ídolos, sí me fijo en atletas, pero tengo la suerte de poder verles habitualmente en competiciones. Lo que sí me gusta mucho es el ambiente de la villa, estar los equipos de todos los deportes juntos estando acostumbrado a estar solo con gente del tuyo, al principio te choca, pero hay muy buen rollo y compañerismo, se sigue mucho todo lo que hacen todos los españoles, molaría ir a verles competir, pero es lo que hay.

–¿Logrará el atletismo español alguna medalla en Tokio? ¿Te imaginas subiendo al podio?
–Yo creo que sí hay posibilidades de sacar incluso más de una, veremos a ver, hace falta suerte y que salgan bien las cosas, pero hay un par de bazas. Respecto a mí creo que lo complicado es entrar en la final, una vez estás ahí entre 8 atletas las opciones de conseguir medalla son muchas aunque hay atletas como Nigel Amos a los que es muy difícil ganarles estando en mi mejor forma.
Lo más leído