La Deportiva es líder a las duras y a las maduras. El conjunto berciano cosechó su tercera victoria consecutiva ante el Sanse (3-1) en un partido que tuvo que sudar más de lo esperado.Y es que el choque se le puso de cara muy pronto a los blanquiazules gracias a los tantos tempraneros de Yuri y Dani Pichín en un sobresaliente arranque de partido en el que incluso mereció golear. Sin embargo, no rematar la faena siempre tiene un precio. El Sanse recortó distancias antes del descanso y la Ponferradina fue de más a menos.
Cuando los bercianos empezaban a sufrir, más por deméritos propios que por el buen hacer de los madrileños, volvió a aparecer Pichín para marcar un tercer tanto que puso fin a cualquier atisbo de remontada.
Con el 3-1, el Sanse bajó los brazos y la Deportiva volvió a hacerse dueña del partido y de las ocasiones, aunque no tuvo la inspiración en los metros finales que sí tuvo en el primer acto y el marcador no se movió más.
Trigueros, pivote
Si algo ha dejado claro Bolo en estos primeros compases de curso es que no se casa con nadie. Pese a la buena racha de resultados, el vasco sigue variando piezas y ha convertido a la Deportiva en un equipo imprevisible y con capacidad de adaptarse a diferentes esquemas y dibujos sin resentirse.
Este domingo la ‘sorpresa’ fue Trigueros. La recuperación de Ríos parecía condenar al ex del Rápido de Bouzas al banquillo, pero la pegada del Sanse le hizo seguir en el once como pivote en un 4-1-4-1 que daba mayor libertad en el centro del campo a Carnicer y Sielva.
La opción ‘a priori’ más defensiva no pudo tener un mejor estreno. Con el central de ancla, se adelantó la presión y la Ponferradina logró robar con facilidad en campo rival. Así llegó el primer tanto. Sielva trianguló con Son, que apuró la línea de fondo y puso un centro mortal para que Yuri abriese la lata cuando muchos aficionados todavía estaban buscando su butaca. Pese a que Irureta en un primer momento logró sacar el cabezazo a bocajarro del ariete, el brasileño cazó el rechace para adelantar a los blanquiazules en el marcador.
El tanto fue un duro mazazo para un Sanse más acostumbrado a que los rivales le dejen llevar la batuta. Así, el tanto no apaciguó el vendaval berciano, que dejó el partido prácticamente visto para sentencia en solo un cuarto de hora. Son, otra vez un seguro en defensa y un martillo pilón en ataque, provocó una falta que sacaba en corto para que Pichín sorprendiese a todos inventándose un disparo casi sin ángulo para prolongar su idilio goleador con El Toralín.
Solo una más que cuestionable decisión arbitral –otra vez– manchó un arranque de partido impecable. Carnicer era arrollado por José Carlos cuando iba a encarar a Irureta y el colegiado le perdonó la expulsión.
Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en Abegondo hace siete días, la Ponferradina respondió acentuando aún más su asedio, no se descentró y las ocasiones siguieron siendo para los blanquiazules.
Sielva obligó a Irureta a emplearse a fondo en una falta y Yuri acarició el doblete de nuevo de cabeza tras un ‘caramelo’ de Carnicer desde la banda derecha.
Con el Sanse implorando el descanso, llegó el tanto de Carlitos. Los madrileños, en su único acercamiento con peligro, recortaron distancias gracias a un remate de cabeza que sorprendió a Gazzaniga.
El tanto no cambió el guión, al menos, en un primer momento. Tras el paso por vestuarios, la Deportiva siguió llevando la voz cantante y el partido orbitó alrededor de los dominios de Irureta. Isi lo intentó por partida doble, primero con un centro-chut que sacaba la zaga madrileña ‘in extremis’ y después con un disparo que terminó en córner.
En el Sanse, solo un par de tímidas internadas de Carlitos y las pasadas de frenada que llegaron a ser recurrentes gracias a la complicidad de Iglesias Gutiérrez –que de árbitro solo tuvo apellido y soberbia– lograron romper el monólogo inicial de los blanquiazules, que vieron como su rival creció con el paso de los minutos.
Pero no es la Deportiva un equipo que se sienta incómodo sin tener la iniciativa. Los bercianos aprovecharon el paso delante del Sanse para tratar de rematar el choque a la contra.
Dicho y hecho. Si bien la Ponferradina atravesó algunos minutos de zozobra con demasiadas imprecisiones y errores con el balón en los pies, un nuevo chispazo de la nueva dupla de oro del conjunto berciano, la que han formado Dani Pichín y Yuri, bastó para traer la tranquilidad al Toralín.
El brasileño volvió a demostrar que es algo más que un ‘killer’ y se inventó una asistencia magistral con la cabeza para que Pichín, tras estrellar primero el balón en un defensa, sellase la victoria.