Ponferradina 1 - 0 Guijuelo: 'Ya habrá tiempo para lucirse'

La Deportiva es líder. El conjunto berciano duerme en lo más alto de la tabla tras tumbar por la mínima al Guijuelo (1-0) en un partido sin demasiado brillo y que los visitantes llegaron a dominar por momentos, pero que los blanquiazules supieron amarrar.

Y ya habrá tiempo para florituras. Ante un rival que dejó muy poco a la imaginación, los de Bolo mostraron su versión más eficaz y lograron sumar su segundo triunfo consecutivo en El Toralín, que ya empieza a ser un fortín y fue el jugador número doce cuando las fuerzas empezaron a fallar.

Y es que el Guijuelo tardó muy poco en dejar claro que iba a ser un rival difícil de digerir. Cuando todavía no se había cumplido el primer minuto de partido, los charros metieron el miedo en el cuerpo con un saque de esquina que se envenenó y terminó despejando Zabaco sobre la línea de gol.

No fue un accidente. Los de Ángel Sánchez salieron mucho más entonados que una Deportiva muy poco precisa con balón y poco solidaria –a excepción de Grande– sin él.

Pero el fútbol poco entiende de justicia. Si bien los visitantes se hubieran llevado el primer asalto por puntos, la Deportiva aprovechó una superioridad numérica momentánea mientras los salmantinos preparaban el cambio por la lesión de Fuster para golpear primero gracias a Pichín, que recogió un rechace en el segundo palo y fusiló sin piedad a Felipe.

El tanto cambió el guión del partido. Los blanquiazules se sintieron más cómodos y empezaron a llegar con más regularidad al área de un Guijuelo al que le costó asimilar el mazazo, pero seguían estrellándose una y otra vez a la hora de dar el pase definitivo.

Al descanso se llegó tras la lesión de Grande, que tuvo que ser retirado en camilla con una hemorragia nasal tras un encontronazo en el área, y el paso por vestuarios igualó las fuerzas.

De hecho, fue el Guijuelo el que volvió a hacerse con el timón del partido y a acechar los dominios de Gazzaniga, que a punto estuvo de regalar el empate tras un mal pase.

Conforme fueron pasando los minutos, el partido se volvió más físico. La Deportiva no quiso asumir riesgo y buscó su oportunidad a la contra mientras los salmantinos monopolizaban el balón.

Felipe evitó que Yuri inagurara su cuenta goleadora en la recta final y Matthieu dio aire fresco para resistir un último arreón de los visitantes, que no rompieron el muro berciano.