Periodista de bufanda

25/05/2018
 Actualizado a 08/09/2019
Guardar
Creo que la primera vez que oí hablar de la Cultural fue cuando mi padre me dijo que si me apetecía jugar en ella. Que con 7 años te ofrezcan ser parte de un equipo, sea el que sea, supone una sensación similar a la que debe sentir Cristiano cuando se sienta con Florentino a renovar su contrato. Luego me enteré de que realmente era para completar un equipo que no tenía fichas suficientes y tras unos pocos años, darme cuenta de que mi carrera en el mundo del fútbol iba a ser muy limitada. Sin embargo, el daño ya estaba hecho y de manera irracional me enganché a ir primero a La Puentecilla, después a pasar frío a Puente Castro y por último al ahora Reino de León. No recuerdo en qué parte exacta de toda esa peregrinación entre estadios y permanente frío y decepción me entró la vena del periodismo, pero lo que sí tengo claro es que no se puede renunciar a lo que eres. No es que estemos demasiado bien vistos los que nos dedicamos a esto y mucho menos los que hablamos de deporte y si algún culpable hay de eso son a esos que llaman ‘periodistas de bufanda’ y a los que yo prefiero llamar ‘ultras con voz’. Porque me van a permitir ustedes que sea del equipo que sea o vote al partido que vote eso no me influya para informar estando cualquiera de ellos implicados. Porque ser periodista no implica la automática desaparición obligatoria de filias y fobias, simplemente la obligación de ser honesto con uno mismo y con quien te lee. Así que sí, con orgullo soy un periodista de bufanda.
Lo más leído