"Para que lo pasado se recuerde en el futuro"

Dos ex trabajadores de La Vasco, Julio Villa Garabito y José Antonio Niembro, han colocado en las cercanías de la ermita de Celada una escultura relacionada con la pandemia del Covid-19 como homenaje a todos los que nos han cuidado, a las víctimas y para que no se olvide

Fulgencio Fernández
21/06/2020
 Actualizado a 21/06/2020
La escultura que los trabajadores han colocado en La Robla. | BERTO LAVID
La escultura que los trabajadores han colocado en La Robla. | BERTO LAVID
José Antonio Niembro y Julio Villa Garabito coincidieron como trabajadores de la hoy cerrada Hullera Vasco Leonesa, por ello ambos sabían de sus habilidades en diversos campos, como la forja o la pintura.

No le extrañó a Villa Garabito recibir un día la llamada de Niembro con una propuesta: «¿Y si hacemos algo que recuerde a la gente de la comarcalo que estamos pasando, para que lo pasado no se olvide en el futuro?».

Villa rápidamente se sumó a la idea: «Yo sabía cómo trabaja José Antonio la forja y era un seguro para que la obra fuera un artístico recuerdo y así nos pusimos pronto manos a la obra», nunca mejor dicho.

Ya la han colocado hace unos días en el entorno de la ermita y se muestran muy satisfechos de cómo la ha recibido la gente. «Colgó unas fotos Berto Lavid y nos ha dicho que ya pasan de 200 los comentarios, muy elogiosos en general», señala Julio Villa, cuyo principal cometido en la obra conjunta fue el de la pintura y también comenta que «muchas veces hemos estado allí y se acerca mucha gente a verla, en bicicleta o en coche, muchos desde La Robla pero también gente que se ha desplazado desde León, la verdad es que es muy agradable».

Como es agradable y colorista la propia obra, que explican sus autores. «Lleva varias frases. La primera Covid-19 para que se sepa a qué se refiere y después 48 y 2020; la primera cifra es la que estuvimos absolutamente confinados y después el año en el que ha ocurrido todo».

Las siguientes palabras son pasado/futuro, que es un poco la filosofía ya apuntada de la idea, que «lo que hemos pasado no se nos olvide, y mucho menos ahora que se empieza a hablar de posibles rebrotes, que llegan las vacaciones y tal vez todos nos relajemos un poco. La escultura nos recuerda que todavía seguimos en la lucha», algo que enlaza directamente con la tercera de las frases, que recuerda la canción más repetida en esta cuarentena, la «famosa resistiré rematada con un no olvidaré».

Las tres cruces que completan la obra quieren ser un homenaje «a todas las víctimas, que sea la cifra final que sea son una verdadera barbaridad, muchos paisanos nuestros que se han quedado en el camino».

Señalan Villa y Niembro que, al margen de que la obra «sea una escultura más que se suma a las que hay por La Robla queremos que sea también un reconocimiento más a esa gente a la que salimos a aplaudir a las ocho de la tarde, a los sanitarios, por supuesto, pero también a todos los que han estado ahí, en primera linea, para hacernos la vida más fácil a todos, desde los de las tiendas, supermercados, ganaderos, carteros... en fin, mucha gente, que han sabido tener un comportamiento ejemplar».

Recuerdan ambos que vienen del mundo de la mina, «donde la solidaridad es una seña de identidad».
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