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¿Un psicólogo deportivo?

25/01/2023
 Actualizado a 25/01/2023
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No corren buenos tiempos en la centenaria entidad berciana. La Deportiva, desde hace un puñado de jornadas, navega por las aguas turbias de la clasificación sumida en unas posiciones de las que cada vez es más complicado salir y a las que no estábamos acostumbrados en los últimos cursos. Hace poco más de dos meses, José Gomes abandonaba el barco blanquiazul tras verse incapaz de reconducir la situación con el equipo a un punto del descenso. Ocho jornadas después, con David Gallego la situación no ha variado un ápice, sumando el equipo 8 de los 24 puntos en juego y en puestos de descenso. El catalán sí ha logrado crear un equipo más compacto y más fiable defensivamente, algo fundamental para engordar la cuenta de puntos. Sin embargo, las carencias ofensivas han aumentado notablemente, (5 goles en 8 encuentros se antojan un bagaje excesivamente escaso). Llegados a este punto, semana tras semana atisbamos cómo jugadores que el pasado campeonato volaban sobre el verde, este año parece que juegan con el freno de mano echado. Y con el nuevo técnico siguen mostrando la misma apatía que con el anterior, lo que hace que muchos nos preguntemos si su bajo rendimiento será más por un tema mental que por la siempre manida falta de compromiso y actitud. Los futbolistas no son máquinas y, aunque creamos que porque cada mes ingresen altas nóminas en sus cuentas corrientes deben de rendir a un alto nivel, muchas veces, aunque quieran, eso no es posible. Muchos clubes desde hace años ya cuentan con la figura del psicólogo deportivo, figura con la que no cuenta la entidad blanquiazul. ¿Debería la SD Ponferradina contratar un profesional que consiguiera que los jugadores lograran controlar sus autonomías emocionales? ¿Alguien que les ayudara a gestionar las frustraciones, convivir con la máxima exigencia que conlleva el fútbol profesional, aprendiendo a asimilar el error y siendo mejores día a día? ¿Aceptar los roles que te imponga el técnico o ser capaces de tener esa resiliencia que les permita superar los imprevistos, contratiempos o adversidades que se den en un encuentro? Son muchas competencias emocionales que se me ocurren y que quizás el cuerpo técnico tenga las suficientes herramientas para solventarlas, pero quizás otras no, y ahí se necesitaría otra figura para ayudar a controlar el estado emocional de unos profesionales que igual no están acostumbrados a llevar determinados tipos de situaciones.
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