No debemos confundir las retenciones con el impuesto del IRPF

Antonio Jarrín Matilla
23/01/2023
 Actualizado a 23/01/2023
En 2023 bajarán las retenciones en las nóminas, pero no el impuesto sobre la renta de las personas físicas IRPF para la mayoría de los contribuyentes.

La ley 31/2022 de 23 de diciembre de 2022 de PGE para el 2023 modifica las retenciones sobre los rendimientos del trabajo, no el impuesto sobre la renta.

El nuevo ejercicio fiscal llega con la rebaja del Impuesto de la Renta para los ingresos inferiores a 21.000 euros anuales, tal y como se encuentra recogido en los Presupuestos del Estado para 2023 por la ampliación de la reducción por rendimientos del trabajo desde los 18.000 euros a esa cuantía de ingresos.

Pero al mismo tiempo, y de forma colateral, los trabajadores que tengan unas rentas de hasta 35.200 euros al año verán reducidas sus retenciones a cuenta en las nóminas a partir de enero de forma indirecta. Se trata de una de las novedades fiscales de las medidas tributarias anunciadas por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero como algo excepcional, quien la incluyó en las cuentas públicas del próximo año, para hacer frente a la escalada de la inflación, según sus declaraciones.

La normativa de Hacienda indica que la retención que se les practicará a los contribuyentes que ganen entre 22.000 y 35.200 euros al año será inferior a la que tenían hasta ahora, pese a que el límite de la reducción por rendimientos del trabajo se amplía desde los 18.000 euros actuales a los anunciados 21.000 euros al año. Esta inesperada novedad fiscal en el IRPF supondrá ampliar de 4 a 9 millones de contribuyentes los beneficiarios de esta rebaja temporal, porque luego en su declaración Dios y las matemáticas dirán cuanto deberán pagar.

No se debe olvidar que los rendimientos del trabajo son uno de los componentes del impuesto de la renta, dado que el mismo lo que recoge son todos los ingresos que haya tenido la persona en el ejercicio, por los conceptos de rendimientos del trabajo, rendimientos de capital mobiliario, rendimientos del capital inmobiliario, rendimientos de actividades empresariales, ganancias o pérdidas patrimoniales, fundamentalmente. Si se bajan las retenciones del trabajo, pero no se bajan los tipos impositivos ni se deflacta la tarifa, el impuesto sigue sin tocarse.

Desde un punto de vista puramente práctico, este conjunto de trabajadores verá incrementado el importe neto de sus nóminas durante todo el próximo año, como consecuencia de la reducción en la retención del IRPF que les aplican sus pagadores. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que el problema les llegará en el año 2024, cuando en el momento de hacer la Declaración de la Renta (la liquidación correspondiente a 2023) se les regularizará el impuesto y tendrán que devolver esas cuantías cobradas de más durante 2023 por la menor retención de la que gozarán desde el 1 de enero. Los beneficiarios de esta rebaja fiscal tendrán que pagar más en su declaración de 2024 porque este límite solo se aplica para calcular la retención, no el impuesto, lo que obligará a regularizarlo.

Así, los contribuyentes con unos ingresos de entre 21.000 euros y 35.200 euros a los que les salga a pagar abonarán algo más al fisco. A quienes les salga a devolver recibirán algo menos, al haber disfrutado en 2023 de una retención menor a la que realmente les correspondía.

Pero habrá contribuyentes a los que no se les aplicará esta deducción. Todo dependerá de las circunstancias personales de cada uno (número de hijos y estado civil) y de su tramo de ingresos. En realidad, se trata de una rebaja teórica de las retenciones para todos los que cobren menos de 35.200 euros al año, pero en la práctica no será para todos e insistimos no una rebaja del impuesto, en ‘román paladino’ «una parada hacia adelante».

El sistema del Impuesto de la renta obliga a Hacienda a subir el límite para que a las rentas superiores a 21.000 euros no les perjudique esta medida, por lo que había que ampliar la reducción cuyo límite se ha establecido finalmente en los 35.200 euros al año.

En definitiva, en el mes de mayo de 2024 se producirán sorpresas en las liquidaciones y las mismas no serán en modo alguno agradables.

Antonio Jarrín es Decano de Titulares Mercantiles

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