¿Demoler la Azucarera?

Juan Carlos Ponga Mayo
12/01/2024
 Actualizado a 12/01/2024

¿Qué queda en pie de la Azucarera Santa Elvira?

En el año 1992 se cerró definitivamente la Azucarera Santa Elvira y desde ese momento diversos movimientos ciudadanos se movieron a favor de su conservación, del mantenimiento del conjunto de edificaciones que formaban esa interesante industria y de darle un destino.

Se hicieron propuestas entre las que destacó la que consideró que por sus dimensiones podría convertirse en un centro cultural en el que se pudieran instalar los distintos grupos culturales de la ciudad. Según esta propuesta aquí tendrían un lugar para ensayar por días y horas los distintos coros, los grupos de teatro, las actividades manuales que gestiona el ayuntamiento, pintura, escultura, cerámica, encuadernación, …

A pesar de todo lo que se movieron aquellos grupos sociales en ningún momento desde el ayuntamiento se pensó, por parte de los gobiernos del PSOE y de los PP, en la conservación integral del conjunto puesto que siempre se vio su mantenimiento como una carga para las arcas municipales. La propuesta que surgió desde la alcaldía fue la genial idea de construir en la zona un Guggenheim.

No recuerdo cuales fueron los trámites del concurso que se convocó en 2005 para levantar un Palacio de Congresos y Exposiciones, pero recordemos que era ‘solo’ la marquesina del proyecto que incorporaría el edificio de la Azucarera. Sin embargo, con el tiempo, el edificio principal fue perdiendo lo que quedaba del tejado, los forjados y hasta parte de los muros circundantes, además se perdieron algunas pequeñas construcciones anexas. No se respetaron las casas de los obreros, unas construcciones que si no se hubieran dejado arruinar habrían podido convertirse en viviendas sociales. También se demolió sin ninguna razón la casa del director de la azucarera, un edificio nada desdeñable.

Con todos estos antecedentes nos encontramos hoy con un grandioso Palacio de Exposiciones al que llevamos cualquier cosa para justificar que no fue un error y un despilfarro su construcción y unas paredes que poco a poco se van desmoronando sustentadas por unos andamios que nos cuestan a todos los leoneses una buena cantidad de euros.

Estamos convirtiendo esta ciudad en un museo dedicado al fachadismo. Declaramos edificios como monumentos de la ciudad, pero luego dejamos que la mayor parte de su valor, el interior, se destruya en función del destino que se le da, normalmente por intereses particulares, pero también por el deseo de una administración que no valora aquello que dice proteger.

Ahora se plantea dejar esas paredes en pie ¿? En espera de unos dineros que permitan dedicar el espacio interior a un Palacio de Congresos. Tendremos durante años un esqueleto incompleto años y años hasta que por un accidente ¿? se venga abajo y se demuela definitivamente. No esperemos tanto hagamos lo que hay que hacer desde ya, demolamos esas miseras paredes que ya no representan nada y dediquemos el solar a un parque para la zona, porque si esperamos a que se venga abajo seguro que su destino, para compensar los gastos abonados en estos años, se vende a algún constructor para levantar unas torres de viviendas de lujo. 

Demolamos la ruina que ya no es la Azucarera.

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