10/01/2024
 Actualizado a 10/01/2024
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Seguramente no haya un invento del recuerdo más poderoso que una canción para una persona más que desmemoriada.

Sabría reconocer perfectamente cuáles fueron las canciones que me acompañaron en los meses de confinamiento mientras me esforzaba en conseguir ese algo que consiguiera sacarme del hoyo que es el desempleo. La voz de Iseo en ‘Atrapada’ consiguió ponerle palabras a lo que yo no podía y aún hoy, tres años y medio después, me da algún que otro escalofrío cada vez que la escucho. Podría también ponerle música a la mayoría de mis amigos. Las tengo por estaciones –‘Un año más’ no puede faltar– por etapas de la vida y, sobre todo, por fiestas en el calendario. Sí, soy esa persona que te manda un audio cuando le «viene tu nombre, tu cara, tu risa y tu pelo» o con la euforia cada vez que escucha en directo esa canción de La Moda que habla de la distancia.

La música es una verdadera conexión con los recuerdos y nos aferramos a las canciones como lo hacemos a ciertos momentos. Por eso, que Marisa removiera Roma con Santiago para escuchar cómo El Kanka pronuncia el nombre de su hija tiene todo el sentido emocional del mundo. Ponferrada recibirá la visita del cantante malagueño en poco más de una semana y la sala se llenará de un halo especial, como si la hubiese sobrevolado un vencejo. #CantaparaMaría es la petición iniciada en redes sociales que ha conseguido que el artista conozca la historia entre María, Marisa y ‘Del miércoles al martes’, lo que fue un instante en un viaje en coche y que no las separaría nunca. Pese a que no haya ya trayectos para seguir conectando con la suave guitarra de la canción que mece igual que el abrazo de una madre.

Y es que, siempre se puede contar con la compañía de las melodías y las letras. Las que aferran a lo ya pasado y las que ayudan a construir historias que recordar.

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