14/06/2015
 Actualizado a 07/09/2019
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Que sí, que es muy triste que León sea objeto de la atención de los medios por pitar a un jugador de la selección nacional, es verdad. Y también es verdad que seguramente no volveremos a tener un partido de la selección en el Reino de León en décadas, pero con todo, el asunto de la pitada a Piqué no me produce el menor complejo.

Lo que sucedió el jueves pasado durante el España-Costa Rica no es ni más ni menos que una manifestación popular de hartazgo. La gente se cansa de que los protegidos del régimen puedan reírse de nosotros con total impunidad sin que nadie trate de ejercer la más mínima defensa, y ha decidido hacérselo saber a del Bosque, a la Real Federación Española de Fútbol y al propio jugador de una forma que no les es posible silenciar a los medios de comunicación por parciales o políticamente correctos que sean.

El desesperado afán de los locutores y comentaristas deCuatro por convencernos de que el público del Reino de León estaba formado exclusivamente por madridistas indignados por los comentarios de Piqué durante la celebración de la Copa de Europa, es prueba evidente de que este tipo de manifestaciones de cansancio es necesario y sano.

Piqué es muy libre de sujetar pancartas proclamando aquello de una nació una selecció, de pensar lo que quiera y de destacarse cuando le apetezca con declaraciones independentistas a la prensa nacionalista. Lo que le convierte en un cara dura es que mientras lo hace se lucre de la selección española de fútbol y luzca sonriente la camiseta nacional en multimillonarios anuncios publicitarios. Que del Bosque no quiera poner en su sitio a esta clase de jetas y que la Federación mire para otro lado no significa que la gente no se harte, ni mucho menos que no pueda expresarlo.

Hace bien poco la Federación organizó un acto público de injurias al himno nacional y al Rey, es decir, a todos nosotros, con pleno conocimiento de lo que iba a suceder. El árbitro no reflejó nada en el acta, del Bosque calló como un muerto y el Comité Antiviolencia decidió no tomar medida alguna. Sin embargo, tras la pitada a Piqué, del Bosque se ha apresurado a indignarse, y hasta la Federación de Fútbol castellanoleonesa ha emitido un comunicado de rendida pleitesía al futbolista, porque para los que actualmente controlan nuestra selección tiene menos importancia que los españoles nos sintamos ofendidos por el espectáculo bochornoso de la final de la Copa del Rey que el que una estrellita culé se pueda molestar. Pues bien, habrá que seguir pitando.
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